El dinero para la acción climática se divide ampliamente en tres categorías:
Pérdidas y daños
Hace dos años, en la COP27, los líderes mundiales acordaron por primera vez establecer un fondo de pérdidas y daños.
Este dinero es para ayudar a los países en desarrollo a recuperarse de los efectos del cambio climático que ya están sufriendo.
Por ejemplo, en los últimos 12 meses, el mundo en desarrollo ha experimentado graves crisis relacionadas con el clima, desde inundaciones en Myanmar hasta la sequía continua en África Oriental.
Se tardaron décadas en establecer este fondo porque las naciones desarrolladas tenían reparos en enmarcar los pagos como reparaciones y aceptar la responsabilidad del cambio climático en estos términos.
Los países en desarrollo desearían que el nuevo objetivo financiero tuviera submetas donde se reservara dinero para pérdidas y daños y la adaptación al cambio climático, la cual históricamente ha recibido un tercio de los fondos de mitigación.
Mitigación
Este es dinero para ayudar a los países en desarrollo a alejarse de los combustibles fósiles y otras actividades contaminantes. Aquí es donde se ha dado la mayoría del dinero hasta la fecha porque a menudo puede ser rentable.
Muchos países todavía tienen estaciones de energía de carbón que aún no han llegado al final de su vida útil. Necesitan apoyo para pasar a energía limpia, como granjas solares.
Adaptación
Este es dinero para ayudar a los países en desarrollo a prepararse para los peores efectos del cambio climático.
Es diferente a las pérdidas y daños ya que está enfocado en el futuro.
Las necesidades varían según el lugar del país, pero pueden incluir: