Contrabando de cigarrillos en Gaza convierte en blanco a camiones de ayuda.

Un nuevo problema está afectando a los convoyes de ayuda humanitaria que intentan entregar ayuda a los hambrientos gazatíes: ataques de multitudes organizadas que buscan no la harina y medicinas que llevan los camiones, sino cigarrillos de contrabando escondidos en los envíos.

En la bloqueada Gaza, los cigarrillos se han vuelto cada vez más escasos, ahora se venden generalmente por $25 a $30 cada uno. Funcionarios de la ONU e Israel dicen que los ataques coordinados por grupos que buscan vender cigarrillos de contrabando representan un obstáculo formidable para llevar ayuda desesperadamente necesaria al sur de Gaza.

Las autoridades israelíes escanean de cerca todo lo que entra y sale de Gaza a través de los puntos de control administrados por Israel. Pero los cigarrillos han logrado pasar durante semanas dentro de camiones de ayuda, principalmente a través del cruce de Kerem Shalom hacia el sur de Gaza.

Para evadir las inspecciones israelíes, los contrabandistas en Egipto los han estado escondiendo en sacos de harina donada por las Naciones Unidas, pañales e incluso en una sandía, según agencias de ayuda y un oficial militar israelí que compartió fotos con The New York Times.

Camiones de ayuda que salieron del cruce hacia Gaza fueron luego atacados por multitudes de palestinos, algunos de ellos armados, buscando los cigarrillos escondidos adentro, según funcionarios de la ONU e Israel.

Andrea De Domenico, quien dirige la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU en Jerusalén, confirmó que los funcionarios de ayuda habían “visto cajas de ayuda con la marca de la ONU con cigarrillos adentro”. Dijo que los cigarrillos de contrabando habían creado “una nueva dinámica” de ataques organizados a los convoyes de ayuda.

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El control casi total de Israel sobre los bienes que entran a Gaza en medio de la guerra ha distorsionado la economía de la franja. El precio de la harina ha caído en partes de Gaza porque Israel, bajo una presión internacional intensa para aliviar el hambre, ha permitido a las agencias de ayuda bombear grandes cantidades de ella. Otros productos, que han entrado con menos frecuencia, siguen siendo más raros y caros.