Conclusiones de las agencias de inteligencia de EE. UU.: es probable que Putin no haya ordenado directamente el asesinato de Navalny.

Conmovedores tributos florales, retratos del difunto líder de la oposición rusa Alexei Navalny y mensajes se observan dejados afuera de la antigua Embajada Rusa en Tbilisi el 1 de marzo de 2024.

Vano Shlamov | AFP | Getty Images

Agencias de inteligencia de EE. UU. han concluido que el presidente ruso Vladimir Putin probablemente no ordenó directamente el asesinato de Alexei Navalny en una colonia penal remota en febrero, según tres fuentes familiarizadas con el asunto. Sin embargo, las circunstancias precisas de la muerte del líder de la oposición en la prisión ártica siguen sin estar claras.

La evaluación no exime a Putin de la responsabilidad última por el destino de Navalny, solo que el presidente ruso probablemente no ordenó su asesinato en ese momento, dijeron las fuentes. Al enviar a Navalny a la infame colonia penal de alta seguridad en una ciudad remota por encima del Círculo Ártico, el Kremlin efectivamente había impuesto una sentencia de muerte al líder de la oposición, informaron las fuentes.

Los hallazgos reflejaron un amplio consenso entre las diferentes agencias de inteligencia, dijeron las fuentes.

El Wall Street Journal fue el primero en informar sobre la evaluación de la comunidad de inteligencia.

Después de la muerte de Navalny, el presidente Joe Biden dijo que si bien Washington no tenía información sobre las circunstancias exactas, “no hay duda de que la muerte de Navalny fue una consecuencia de algo que Putin y sus matones hicieron”.

El Servicio Penitenciario Federal de Rusia dijo en un comunicado en ese momento que Navalny había fallecido después de sentirse mal tras dar un paseo.

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La CIA y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional se negaron a hacer comentarios.

Navalny tenía 47 años cuando murió y estaba cumpliendo una condena combinada de 30 años y medio de prisión. Como disidente más destacado y popular de Rusia, la muerte de Navalny fue un duro golpe para el movimiento de oposición del país, que ha sido brutalmente reprimido por el Kremlin.

Durante un viaje de negocios en Rusia en 2020, Navalny fue envenenado con un agente nervioso militar, Novichok. Navalny y funcionarios occidentales culparon del intento de asesinato de Navalny a Putin.

El veneno utilizado en Navalny era similar al que el servicio de inteligencia militar ruso empleó contra un exoficial de inteligencia militar ruso, Sergei Skripal, en un intento de asesinato en 2018 en el Reino Unido, según los gobiernos occidentales.

Rusia ha negado que el gobierno estuviera involucrado en el envenenamiento de Navalny en 2020 o en su muerte en prisión en febrero.

Antes de la muerte de Navalny, había habido discusiones tentativas sobre un posible intercambio de prisioneros con Rusia que involucraba a Navalny y estadounidenses detenidos en Rusia, informó anteriormente NBC News.

Los aliados de Navalny alegan que Putin hizo matar al disidente para frustrar el intercambio de prisioneros propuesto que lo habría liberado.

Rusia ha negado la acusación.