Los medios estatales rusos tienden a no dar mucho o nada de tiempo en el aire a críticos del gobierno, y su tratamiento inicial de la supuesta muerte de Alexei Navalny continúa en esta línea.
En los canales de televisión estatales, los medios con las mayores audiencias en Rusia, ha habido una cobertura mínima de la muerte de Navalny, y los primeros informes fueron en gran medida lentos y superficiales.
En dos de los canales más populares, Channel One y Rossiya 1, pasaron casi 45 minutos y una hora respectivamente después del anuncio antes de que se mencionara el tema.
Estos informes no proporcionaron información contextual sobre quién era Navalny ni por qué estaba en prisión.
Uno ni siquiera mencionó su nombre completo, refiriéndose a él solo como “Navalny”, a pesar de informar a los espectadores que se llevaría a cabo la “investigación más exhaustiva” sobre su muerte.
Cuando un político liberal apareció en otro popular canal de televisión estatal para expresar sus condolencias por la muerte de Navalny, fue interrumpido por el presentador del programa, quien le preguntó qué tenía que ver eso con el tema que estaban discutiendo.
El presidente Vladimir Putin tuvo un papel destacado en la televisión estatal el viernes, pero aún no ha comentado públicamente sobre Navalny.
En las redes sociales, sin embargo, la situación es bastante diferente.
La noticia ha invadido plataformas como X (anteriormente Twitter), donde fue un tema muy comentado, y Telegram, una fuente de noticias cada vez más popular.
Las publicaciones sobre Navalny fueron de las más vistas en Telegram, obteniendo cientos de miles, a veces más de un millón, de visitas en horas.
Y aunque el equipo de Navalny dice que aún no ha confirmado la noticia, muchas figuras prominentes simpáticas a su causa expresaron incredulidad y tristeza.
“Si esto es cierto, entonces, independientemente de la razón formal, Vladimir Putin tiene personalmente la responsabilidad por la muerte prematura”, escribió Mikhail Khodorkovsky, ex oligarca ruso convertido en crítico de Putin, en Telegram. Otros líderes de la oposición hicieron eco de esos comentarios.
Varios personajes pro-gobierno han insinuado que es Occidente o la oposición rusa, en lugar del presidente Vladimir Putin, quienes se beneficiarían de la muerte repentina del crítico más prominente de Putin en Rusia.
Margarita Simonyan, editora en jefe del canal internacional estatal RT, se burló rápidamente de la reacción occidental.
“Ni siquiera voy a comenzar a explicarles que todo el mundo lo ha olvidado hace mucho tiempo [a Navalny], que no tenía sentido matarlo, especialmente antes de las elecciones, que sería beneficioso para fuerzas completamente opuestas”, dijo.
Se espera que el presidente Putin sea reelegido el próximo mes para un quinto mandato presidencial, habiendo reprimido a opositores.
El presentador de Channel One, Anatoly Kuzichev, también afirmó que Navalny había sido “olvidado incluso por sus asociados” y especuló que su muerte podría haber sido “un accidente” o quizás un acto de “terrible sabotaje”.
En un tono similar, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, sugirió que había algo “revelador” en la rapidez de la respuesta de los líderes occidentales.
“Todavía no se ha realizado un examen forense, pero las conclusiones del Occidente están listas”, dijo.