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Inmigración y seguridad en la frontera fueron dos temas que dominaron la cobertura de noticias y el debate político en 2024, probablemente ayudando a decidir las elecciones presidenciales, ya que ambos candidatos buscaron presentarse como los mejores para abordar una crisis fronteriza histórica y cuyas consecuencias se sintieron en todo el país.
En enero, Estados Unidos seguía sumido en una crisis migratoria que había explotado en 2021 y continuó afectando al país a lo largo de 2022 y 2023. En diciembre de 2023, los encuentros en la frontera sur alcanzaron un nuevo récord con más de 250,000 encuentros en un solo mes.
Fue un mes en el que altos funcionarios del gabinete viajaron a México para intentar persuadir a los funcionarios mexicanos de hacer más para detener la avalancha de migrantes que se dirigían hacia el norte. A medida que la carrera presidencial, así como las carreras congresionales, cobraban impulso en los primeros meses de 2024, quedó claro que el problema probablemente dominaría el ciclo de noticias. El entonces candidato Donald Trump prometió lanzar una operación masiva de deportación si era elegido, mientras que el presidente Biden alardeaba de una gran disminución en los encuentros desde el inicio del año, al mismo tiempo que firmaba una orden ejecutiva limitando las entradas de asilo en junio.
Cómo Harris fue atormentada por la etiqueta de “zar de la frontera”, y las opiniones pasadas sobre inmigración durante su campaña fallida.
Un posible avance surgió en febrero cuando republicanos y demócratas anunciaron un proyecto de ley de seguridad fronteriza en el Senado. El paquete obtuvo el apoyo de la administración de Biden, pero rápidamente recibió oposición de conservadores, así como de algunos demócratas liberales.
El proyecto de ley incluía un aumento en la financiación para las agencias fronterizas, así como una autoridad de emergencia para cerrar las entradas en la frontera sur cuando los encuentros superaran un promedio móvil de siete días de 5,000 encuentros. También agilizaría los permisos de trabajo para los migrantes y ajustaría el lenguaje de selección de asilo.
Los conservadores dijeron que el proyecto de ley codificaría los altos encuentros en la frontera, pero la administración de Biden y las campañas de Biden y Harris citarían el proyecto de ley como una solución bipartidista a la crisis que el ex presidente Donald Trump estaba rechazando por motivos políticos.
Durante 2024, hubo una serie de crímenes muy publicitados presuntamente cometidos por inmigrantes ilegales, llevando el tema a la atención de aún más votantes.
En febrero, la muerte de Laken Riley, una estudiante universitaria de Georgia, volvió a situar el tema del crimen de los migrantes en los titulares. Jose Ibarra, un inmigrante ilegal venezolano que fue puesto en libertad en los EE. UU. en 2022, fue acusado de su asesinato.
En julio, dos inmigrantes ilegales fueron arrestados bajo cargos de asesinato en primer grado por la muerte de Jocelyn Nungaray de 12 años en Houston. Se les acusa de atraerla bajo un puente, atarla y matarla antes de arrojar su cuerpo a un río.
Mientras los activistas de inmigración señalaban estadísticas que sugieren que los inmigrantes cometen menos delitos que los ciudadanos estadounidenses, esos argumentos parecían hacer poco para frenar la indignación sobre las muertes de personas a manos de inmigrantes ilegales que, según los conservadores, no deberían haber sido admitidos al país en primer lugar.
Cuando el presidente Biden anunció que no buscaría la reelección, la vicepresidenta Harris se convirtió en la nominada. Inmediatamente, la atención se centró en su historial liderando la tarea de la administración de abordar las “causas fundamentales” de la migración, una tarea que la llevó a ser apodada “la zarina de la frontera” por algunos en los medios de comunicación y los republicanos.
Por lo tanto, se convirtió en un objetivo de preguntas sobre el manejo de la crisis fronteriza por parte de la administración de Biden, pero también enfrentó presión adicional por sus posiciones radicales pasadas sobre inmigración que mantuvo durante su campaña presidencial de 2019. Su apoyo a la cirugía de transición de género para los migrantes detenidos acaparó los titulares y fue utilizada en su contra por los republicanos.
También se alejó de declaraciones pasadas en las que abogaba por la despenalización de los cruces fronterizos ilegales y por el cierre de los centros de detención de inmigrantes. También había considerado la posibilidad de que ICE comenzara “desde cero”.
Un asesor de la campaña de Harris le dijo a Fox durante la campaña que sus posiciones han sido “moldeadas por tres años de gobierno efectivo como parte de la administración Biden-Harris”.
El uso del indulto humanitario por parte de la administración Biden para traer a miles de inmigrantes a través de la aplicación CBP One, tanto en la frontera sur como aprobando su viaje a los EE. UU. desde cuatro países, explotaba durante la temporada electoral entre informes sobre cómo los migrantes haitianos estaban afectando a localidades de todo Estados Unidos.
Trump repitió afirmaciones sobre los migrantes haitianos que comían gatos y perros en Ohio durante el debate presidencial, marcando uno de los momentos más virales del debate con Harris.
Aunque esa afirmación no estaba respaldada, el impacto de la migración masiva en localidades de Ohio y en otros lugares siguió siendo un problema hasta el día de las elecciones.
Con el día de las elecciones entre Trump y Harris establecido, las encuestas mostraron consistentemente a Trump con una brecha significativa sobre Harris en cuanto a idoneidad para manejar la crisis fronteriza y la inmigración ilegal, mientras los votantes también la citaban como un tema principal, a menudo solo detrás de la economía.
Harris atacó repetidamente a Trump por su falta de apoyo al proyecto de ley de seguridad fronteriza bipartidista, pero la brecha nunca se cerró realmente entre los dos, ya que Trump seguía atribuyendo la crisis fronteriza a su liderazgo como “zar de la frontera”.
Trump finalmente ganaría las elecciones de noviembre, y al aceptar la victoria, reiteró su promesa a los votantes.
“Vamos a arreglar nuestras fronteras. Vamos a arreglar todo en nuestro país”, dijo.