Cómo la guerra cambió la agenda climática de Rusia

Antes de la cumbre climática COP28 de la ONU en Dubái, Rusia se pronunció en contra de la “eliminación progresiva” de los combustibles fósiles, mientras que su doctrina climática recientemente actualizada no menciona los combustibles fósiles y su impacto en el cambio climático.

Aunque hay un amplio consenso científico de que las emisiones de gases de los combustibles fósiles deben reducirse drásticamente, Rusia aumentó marginalmente su producción de petróleo y carbón en 2022.

Como prueba adicional de que Rusia está boicoteando a Occidente, el Kremlin está bloqueando a los países de la UE de ser anfitriones de la cumbre COP29 programada para 2024, según Reuters.

Menciones sobre el cambio climático en los medios rusos:

Moscú dijo que se mantendría fiel a los compromisos de llegar a la neutralidad de carbono para 2060 y limitar las emisiones de gases de efecto invernadero al 70% de los niveles de 1990 para 2030, sin embargo, los expertos en cambio climático consideran que esos objetivos son modestos.

Los niveles de emisiones de Rusia ya están alrededor del 30% por debajo de los niveles de 1990, excluyendo los sumideros forestales.

El Climate Action Tracker, un proyecto de investigación que sigue la acción climática del gobierno y los compromisos del Acuerdo de París acordados a nivel mundial, calificó los objetivos climáticos de Rusia como “altamente insuficientes” para cumplir con el criterio de 1,5°C.

Perfil de CO2 de Rusia:

Algunas de las iniciativas ambientales de Rusia se han visto aún más debilitadas ante el enfoque del país en el esfuerzo de guerra contra Ucrania y la necesidad urgente de reemplazar los bienes occidentales en el mercado interno.

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En mayo de 2022, el gobierno permitió a los fabricantes de automóviles nacionales producir vehículos con motores Euro 2, retrocediendo en las regulaciones anteriores que requerían que todos los automóviles cumplieran con el estándar Euro 5 anteriormente adoptado.

Alexander Shokhin, el principal lobbista empresarial de Rusia, se quejó sobre el aumento de los costos  para cumplir con los objetivos climáticos y pidió que los compromisos climáticos del país se redujeran aún más ante las sanciones occidentales.

¿Qué proyectos están en riesgo?

La dependencia de equipos y tecnologías importadas necesarias para reducir las emisiones de carbono es del 55% en el sector del petróleo, el 45% en el sector del carbón y el 31% en el sector de la energía, según los cálculos publicados por la Academia de Ciencias de Rusia (RAS) en noviembre.

Como resultado, el futuro de algunos proyectos rusos que dependían de la cooperación con Occidente ahora está en duda.

Por ejemplo, la retirada de la empresa energética estatal finlandesa Fortum del mercado ruso ha frenado los planes de construir parques eólicos en el país.

¿Qué sigue para la agenda climática de Rusia?

A pesar de los llamados a abandonar el Acuerdo de París, que tiene como objetivo limitar el calentamiento global a 1.5 grados Celsius, el gobierno de Rusia insistió en que no tiene planes de hacerlo.

Mucha empresas privadas están trabajando para descarbonizar su capacidad y carteras debido al “entusiasmo de los gerentes y sus propios recursos”, dijo Korostikov.