Cómo Hungría socavó un esfuerzo de la Unión Europea para brindar más ayuda a Ucrania.

La Unión Europea cuenta con una población de alrededor de 450 millones de habitantes y una de las economías más grandes del mundo. Entonces, ¿cómo es que Hungría, un país pequeño con solo 10 millones de habitantes y una economía mediocre afectada por una alta inflación, pasó por encima del plan europeo de otorgar a Ucrania una ayuda financiera por valor de $52 mil millones?

El primer ministro húngaro, Viktor Orban, echó por tierra el paquete de ayuda, fuertemente respaldado por países mucho más grandes como Alemania, Francia y Polonia, aprovechando el poder de veto que tienen cada uno de los 27 Estados miembros sobre decisiones clave relacionadas con la política de seguridad y gasto en asuntos extranjeros. La exigencia de unanimidad en asuntos importantes, diseñada para garantizar que los países pequeños tengan voz, pero que muchos ven como un grave defecto de diseño, significa que ninguna decisión se toma a menos que todos estén de acuerdo.

Otros líderes europeos en su mayoría han evitado amenazar el uso, y ni mencionar el hecho de hacer uso real, del veto. Pero Orban lo ha adoptado como un arma disruptiva en sus batallas para dar forma a la política y para involucrarse en lo que Daniel Freund, un miembro alemán del Parlamento Europeo y crítico del líder húngaro, describió como “un juego constante de extorsión y chantaje”.

En la víspera de una reunión cumbre en Bruselas el jueves sobre Ucrania, el brazo ejecutivo de la Unión Europea liberó 10 mil millones de euros, alrededor de $11 mil millones, en fondos para Hungría que se habían congelado debido a su violación de varias reglas de la UE. Los funcionarios aseguraron que el momento era coincidencial, pero muchos lo vieron como un soborno. Otros 17.6 mil millones de euros siguen congelados.

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Después de insistir en Bruselas en que no estaba usando su veto para extraer dinero —”no se trata de un trato. Representamos enfoques y principios,” dijo— Orban le dijo a la radio húngara: “Esta es una gran oportunidad para que Hungría deje claro que debe obtener todo lo que le corresponde.”增加倾向。

Sin embargo, hay crecientes preocupaciones de que Orban quiera paralizar la toma de decisiones en busca de una ambición más amplia: trastornar la Unión Europea en su forma actual y remodelarla a la imagen de Hungría como un baluarte contra los valores liberales, los inmigrantes y lo que él llama el “movimiento despierto y la ideología de género.” Hungría, dice él, es un “modelo contrario” que funciona.

“El miedo es que realmente quiera crear caos y desorden y destruir la UE desde dentro,” dijo Charles Grant, director del Center for European Reform, un grupo de investigaciones en Londres. Él solía ser más transaccional, pero la gente con la que hablo en Bruselas dice que se ha vuelto más irrazonable, más truculento, más seguro de sí mismo y más destructivo.”