Cómo esta elección en Estados Unidos podría cambiar el estado del mundo

El próximo presidente de EE. UU. tendrá que trabajar en un mundo que enfrenta su mayor riesgo de confrontación entre grandes potencias desde la Guerra Fría. EE. UU. sigue siendo el actor internacional más importante en cuestiones de paz y seguridad”, me dice Comfort Ero, presidenta y directora ejecutiva del Grupo Internacional de Crisis. Agrega una advertencia, “pero su poder para ayudar a resolver conflictos se ve disminuido”. Las guerras son cada vez más difíciles de terminar. “Los conflictos mortales se vuelven más intratables, con la competencia entre grandes potencias acelerando y los poderes intermedios en ascenso”, así es como la Sra. Ero describe el panorama. En las guerras como Ucrania intervienen múltiples potencias y conflagraciones como Sudán enfrentan a actores regionales con intereses enfrentados unos contra otros, y algunos más interesados en la guerra que en la paz. Estados Unidos está perdiendo la superioridad moral, dice la Sra. Ero. “Los actores globales notan que aplica un estándar a las acciones de Rusia en Ucrania y otro a las de Israel en Gaza. La guerra en Sudán ha visto terribles atrocidades pero se trata como un tema de segundo nivel”. Una victoria de Harris, dice ella, “representa continuidad con la administración actual”. Si es Trump, podría darle a Israel aún más libertad en Gaza y en otras partes, e insinuó que podría intentar llegar a un acuerdo con Moscú sobre Ucrania por encima de la cabeza de Kiev. En Medio Oriente, la candidata demócrata ha repetido en varias ocasiones el firme apoyo de Biden al “derecho de Israel a defenderse”. Pero también ha hecho hincapié en que “el asesinato de palestinos inocentes tiene que parar”.

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