Si eres un hombre en las redes sociales kenianas este Día de San Valentín, podrías ser invitado a una conferencia exclusiva para hombres, donde se prohíbe la entrada a las mujeres.
El evento se venderá como una forma de divertirse en compañía de otros hombres y escapar de las presiones de mostrar tu amor por tu pareja femenina.
Incluso podría haber alcohol o carne asada disponible.
Hasta hace poco, estos eventos nunca se habían materializado: habían sido un elaborado meme en las redes sociales.
Pero un forastero fácilmente podría ser convencido de que son reales, dada la gran cantidad de carteles en las redes sociales antes del Día de San Valentín y el mismo día.
A menudo, indicarán dónde se llevará a cabo la conferencia e incluirán fotos que aparentemente representan preparativos en curso y otras que pretenden mostrar el evento.
Un video ampliamente compartido muestra a un grupo de hombres dentro de un avión, con un comentario en off diciendo que van a la conferencia masculina.
“Volveremos el 15 de febrero, ese es el vuelo más temprano que podemos tomar de regreso”, dice el hombre, dejando claro que no estarán disponibles para el Día de San Valentín, quizás para comprar rosas y pasar tiempo con sus parejas.
Se presenta como un evento donde a los hombres se les enseña a ser libres e independientes en lo que sea que hagan, pero principalmente en lo que respecta a sus relaciones.
Es elogiado por algunos, pero otros ven toda la conversación como siniestra, diciendo que promueve la misoginia en lo que ya es una sociedad muy patriarcal.
Charles Kinyua, un empresario, le dice a la BBC que el concepto de la conferencia de hombres es bienvenido.
Dice que es un alivio para los hombres porque “en un día como hoy, las expectativas que las parejas tienen” de ellos son “irrealizables”.
Los hombres siempre están bajo presión en el Día de San Valentín para regalarles a sus mujeres, y las expectativas son tan altas que en muchos casos, “nada de lo que hagas será satisfactorio”.
El “mito” de la conferencia de hombres, como él la llama, alivia a los hombres al “abogar por la libertad y el coraje del niño para sentirse menos oprimido”.
Sin embargo, podría ser más un caso de alivio cómico.
Los líderes de las llamadas conferencias de hombres han sido polígamos, vistos por algunos como personas que van en contra de la corriente, contra las presiones sociales, para hacer lo que quieren hacer.
Justo antes del Día de San Valentín, el autoproclamado presidente de la conferencia de hombres, Stephen Letoo, quien trabaja como reportero para la estación local Citizen TV, compartió un aviso que indicaba a “todas las mujeres que empacaran en su totalidad las maletas de sus esposos” para la conferencia y que esperaran su regreso a más tardar el domingo.
En los últimos dos años, se han organizado eventos reales en la capital, Nairobi, para que los hombres compartan consejos entre sí.
Pero a menudo es difícil distinguir qué es verdad y qué no, ya que algunos de los oradores son imaginarios, especialmente los compartidos en las redes sociales.
Edita Achieng, una activista de los derechos de las mujeres, cree que debería haber espacios para que los hombres compartan consejos.
Dice que podrían permitir a los hombres ser “vulnerables” y guiar a los niños, especialmente porque “los niños no crecen con buenos modelos a seguir”. Pero tales reuniones, dice, no deberían ocurrir solo el Día de San Valentín.
Dice que en una sociedad patriarcal, la conferencia puede ser “una forma de cambiar esa narrativa, de formar a un hombre que encaje en la sociedad y desechar cosas como los roles de género”, le dice a la BBC.
Pero otra activista de los derechos de las mujeres, Achieng Ayot, no está de acuerdo.
Dice que la idea de la conferencia es darles a los hombres herramientas “para no permitir que los controlen y para promover un mundo masculino” que está vinculado al “machismo cuando las mujeres no están de acuerdo en conformarse con las estructuras de la sociedad”.
Dice que la conferencia se origina “en el concepto de que las mujeres son las consumidoras del Día de San Valentín, que son amadas y obsequiadas”.
“¿Por qué llevarías a uno de los miembros de la pareja a asistir a una función [y]… no permitirías que el otro asistiera, cuando el día trata de amor?” pregunta.
Es una pregunta que podría valer la pena reflexionar, pero a la que los organizadores y participantes de la conferencia de hombres, ya sea real o no, quizás no estén muy dispuestos a considerar.
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