Comienza el juicio por decapitación de profesor que mostró caricatura del Profeta Mahoma

Pero con Internet para enviarlo por su camino, la mentira se extendió… y se extendió.

Primero el padre de la niña – Brahim Chnina – la hizo repetir la acusación en videos, que él publicó en Facebook, nombrando al profesor.

Luego, un islamista local – Abdelhakim Sefrioui – creó un video en línea de 10 minutos titulado “El islam y el profeta insultados en un colegio público”.

En cuestión de días, la escuela fue inundada con amenazas y mensajes de odio de todo el mundo. Paty dijo a sus colegas que estaba pasando por un momento difícil debido a la campaña en su contra.

Mientras tanto, la denuncia había llegado a la atención de un refugiado checheno de 18 años que vivía en Rouen, a 80 km al oeste.

Anzorov hizo una nota inicial en su teléfono que decía: “Un profesor mostró a su clase una imagen del mensajero de Alá desnudo”.

Anzorov luego buscó la ayuda de dos amigos, que ahora están en juicio.

Se dice que uno de ellos estaba presente cuando compró un cuchillo en una tienda de Rouen. El otro lo ayudó a comprar dos pistolas de réplica el 16 de octubre, el día del ataque, y luego lo llevó a la escuela.

Los cuatro últimos acusados – incluida una mujer – son personas con las que Anzorov conversó en Snapchat y Twitter y que presuntamente le ofrecieron ánimos.

Los acusados ​​admiten su conexión con el caso, pero impugnan los cargos de “asociación terrorista” o “complicidad en el asesinato terrorista”.

Los abogados del padre de la niña y del predicador islamista argumentarán que aunque condenaron públicamente al Sr. Paty, nunca llamaron a su asesinato.

LEAR  Israel toma el control del hospital de Gaza que se convirtió en un símbolo de la guerra misma.

De manera similar, los abogados de los amigos de Anzorov, tanto reales como en línea, dirán que no tenían noción de que planeaba un asesinato.

Para la fiscalía, el contexto es clave. El asesinato de Samuel Paty tuvo lugar en un momento de mayor conciencia de la amenaza yihadista. En octubre de 2020, Charlie Hebdo acababa de republicar algunas de las caricaturas, para marcar el inicio de un juicio derivado del ataque original.

Internet estaba lleno de nuevas amenazas islamistas contra Francia, y a finales de septiembre un hombre paquistaní había herido a dos personas con un machete en las antiguas oficinas de Charlie Hebdo.

En ese clima, denunciar públicamente a un hombre por blasfemia equivalía a designar un objetivo terrorista, argumentarán los fiscales.

Hace un año, la niña en el centro del caso fue condenada en un tribunal de menores por hacer acusaciones falsas y recibió una pena de prisión suspendida.

Otros cinco alumnos también fueron condenados por identificar a Paty para Anzarov a cambio de dinero.

El juicio está previsto que se extienda hasta finales de diciembre.