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El copresidente de la ultraderechista Alternativa para Alemania ha pedido deportaciones masivas de inmigrantes mientras el partido lanzaba su programa para las elecciones nacionales del próximo mes.
En un discurso encendido ante sus seguidores en la pequeña ciudad de Riesa en Sajonia, Alemania oriental, Alice Weidel dijo que bajo la AfD —que está en segundo lugar en las encuestas con un porcentaje récord de alrededor del 20 por ciento— Alemania presenciaría “repatriaciones a gran escala”.
Weidel, candidata de la AfD a canciller en las elecciones, utilizó el término polémico “remigración” para describir la política.
La palabra fue acuñada por el ideólogo de extrema derecha austriaco Martin Sellner, quien define “remigración” como la eliminación forzada de inmigrantes que infringen la ley o “se niegan a integrarse”, independientemente de su estatus de ciudadanía —una idea que críticos dicen que se asemeja a limpieza étnica.
El sábado, Weidel dijo: “Tengo que decirles con toda franqueza: si se llama remigración, entonces se llama remigración.”
Fue recibida con fuertes aplausos de los delegados del partido que también gritaron repetidamente “Alice für Deutschland” —una parodia del eslogan nazi prohibido “Alles für Deutschland”, que significa “todo por Alemania”.
Weidel, una exanalista de Goldman Sachs, se ha presentado como el rostro más presentable de un partido que incluye a ultrarradicales que han sido clasificados como extremistas de extrema derecha por la agencia de inteligencia interna de Alemania.
A principios de esta semana, en una aparición conjunta en X con Elon Musk, Weidel utilizó la plataforma pública sin precedentes para argumentar que la AfD —que también promueve la normalización de las relaciones con Moscú y la demolición de turbinas eólicas— se había convertido en una fuerza política convencional.
Sin embargo, tiene pocas posibilidades de llegar al poder en las próximas elecciones porque todos los otros partidos importantes de Alemania han descartado formar una coalición con él.
El abrazo de Weidel a la remigración fue visto por algunos en el partido como un guiño a Björn Höcke, el abanderado de la extrema derecha que llevó a la AfD a un histórico primer lugar en las elecciones regionales en el estado alemán de Turingia en septiembre.
“Es una concesión a Björn Höcke”, dijo Kay Gottschalk, miembro del Bundestag alemán que pertenece al flanco más moderado del partido. “Es una palabra, por supuesto. Yo lo expresaría de otra manera —devolverlos— pero eso es lo que quieren los delegados.”
Weidel también utilizó su discurso para repetir su llamado a que el gasoducto Nord Stream de Rusia a Alemania vuelva a operar, para reintroducir la energía nuclear y para criticar los programas de estudios de género.
La reunión del partido fue recibida con protestas a gran escala. Alrededor de 10.000 manifestantes anti-AfD se presentaron y la policía puso a Riesa, una ciudad de 30.000 habitantes, en cierre, retrasando el inicio de la conferencia dos horas.