MOSCÚ (AP) — Miles de rusos celebrando el día de la Epifanía ortodoxa, donde los fieles se bañan en las aguas heladas de lagos y ríos congelados, se han visto obligados a cancelar sus ceremonias tradicionales debido a temperaturas inusualmente cálidas.
En toda Rusia, los devotos y los valientes celebran la Epifanía el 19 de enero sumergiéndose en agua fría a través de agujeros cortados en el hielo de lagos y ríos, imitando el bautismo de Jesucristo en el río Jordan.
Muchos elogian la práctica como fortalecedora tanto del alma como del cuerpo, aunque los trabajadores de rescate están presentes en caso de que alguien sucumba al impactante choque de la inmersión helada.
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Pero las temperaturas inusualmente cálidas han llevado a los servicios de emergencia locales en algunas regiones a cancelar eventos, diciendo que el hielo es demasiado delgado para que los fieles se bañen de manera segura.
Las ceremonias han sido canceladas en áreas tan distantes como la región rusa del sur de Saratov y Karelia, a casi 1000 millas de distancia en la frontera del país con Finlandia.
Otras regiones han prometido seguir con sus ceremonias, aunque el deshielo no es la única preocupación. En la ciudad rusa de Anapa, las autoridades dijeron que el ritual se llevaría a cabo en su lugar tradicional en el Mar Negro, a pesar de las miles de toneladas de petróleo que cayeron en el cercano estrecho de Kerch el 15 de diciembre cuando dos petroleros rusos se hundieron en mal tiempo.
Las temperaturas en toda Rusia han estado aumentando en los últimos veinticinco años en línea con el calentamiento global, dice el meteorólogo Leonid Starkov, quien trabaja para Gismeteo de Moscú.
“Una gran parte de Rusia será cálida para estas celebraciones de la Epifanía. La temperatura promedio supera significativamente la norma,” dijo. “Ya estamos viendo un deshielo en San Petersburgo. En Moscú, estamos viendo un deshielo. Y en el sur de Rusia, la temperatura ya alcanza los 5 grados o 10 grados Celsius. “
Hasta ahora, los funcionarios han reaccionado creando lugares alternativos para los bañistas, a menudo en ríos y lagos más pequeños. El agua sigue siendo lo suficientemente fría como para hacer que algunos fieles corran a envolverse en toallas grandes, mientras que los observadores miran envueltos en bufandas, sombreros y abrigos.
Pero los rusos deberán adaptarse a un futuro donde el clima extremo o inapropiado sea más común, dice Starkov — en ambos extremos del espectro.
“De las seis celebraciones de la Epifanía en los últimos 25 años donde la temperatura fue más fría de lo normal, cinco fueron muy frías. Los extremos en el clima están aumentando,” dijo Starkov.