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Citigroup reportó beneficios trimestrales mejores de lo esperado, ya que el banco dijo que estaba en camino de desprenderse de 7,000 puestos de trabajo este año, una señal de que la reestructuración del cuarto banco más grande de Estados Unidos puede estar empezando a dar frutos.
Citi reportó un ingreso neto de $3.4 mil millones en el trimestre, una caída del 25 por ciento respecto al año anterior pero mejor de los $2.3 mil millones que los analistas habían pronosticado. Los ingresos operativos subieron un 3 por ciento en el trimestre a $21 mil millones, nuevamente mejor de lo que los analistas habían esperado.
El banco el año pasado inició su reorganización más significativa en casi dos décadas en un esfuerzo por revertir años de rendimiento pobre en la cotización de sus acciones.
Se espera que la reestructuración resulte en la pérdida de 20,000 puestos de trabajo para el 2026. En el primer trimestre, las ganancias se vieron afectadas por $476 millones en indemnizaciones y otros cargos únicos relacionados con la reorganización, así como $250 millones en cargos relacionados con los fallos de bancos regionales del año pasado.
“Con la simplificación organizativa detrás de nosotros y un buen trimestre en nuestro haber, hemos comenzado este año crítico con el pie derecho”, dijo la directora ejecutiva de Citi, Jane Fraser.
Las acciones subieron un 2 por ciento en las operaciones previas a la apertura del mercado.
El mayor impulsor de beneficios fue el banco corporativo e de inversiones de Citi, donde las tarifas aumentaron aproximadamente un 50 por ciento respecto al año anterior.
Varios negocios del banco, incluidas las tarjetas de crédito y los servicios de transacciones corporativas, tuvieron un desempeño mejor de lo esperado en un trimestre que muchos pensaron estaría marcado por la agitación de la reestructuración.
Algunos negocios siguieron luchando, incluida la división de gestión de patrimonio. Los ingresos de la gran unidad de negociación de bonos y materias primas del banco, uno de sus mayores generadores de ingresos, cayeron un 10 por ciento en el trimestre.
Los gastos aumentaron ligeramente respecto al año anterior, incluso después de ajustar por cargos únicos, a pesar de los esfuerzos por reducir costos como parte de la reestructuración.