Científicos antárticos advierten sobre la propagación de la gripe aviar a medida que se confirman casos en pingüinos.

Por Natalia A. Ramos Miranda y Jorge Vega

SANTIAGO (Reuters) – Científicos en la Antártida están advirtiendo sobre la propagación del mortal virus de la gripe aviar H5N1 después de que la enfermedad fuera confirmada por primera vez en el continente congelado el mes pasado y desde entonces ha sido detectada en poblaciones locales de pingüinos y cormoranes.

La propagación del virus, que ha diezmado las poblaciones de aves en todo el mundo y ha golpeado fuertemente a las poblaciones de aves silvestres y mamíferos marinos de Sudamérica, ha generado alarma sobre el impacto potencial en las enormes colonias de pingüinos de la Antártida.

“Estamos hablando de un riesgo muy preocupante”, dijo la investigadora Fabiola León de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien formó parte de una expedición a fines de 2023 y principios de 2024 para monitorear la gripe aviar en la Antártida.

“Hay especies en peligro de extinción, como los pingüinos emperador y otras aves.”

El Instituto Antártico Chileno (INACH), que organizó la expedición, anunció esta semana que había detectado los nuevos casos positivos de gripe aviar en la región, lo que calificó como un hallazgo “histórico” porque incluía casos en pingüinos.

Los casos positivos incluyeron nueve pingüinos Adelia y un cormorán antártico, agregó León. El virus fue encontrado por primera vez en aves skua en el continente antártico el mes pasado.

“Esta detección de influenza altamente patógena H5N1 se informa por primera vez en pingüinos y cormoranes antárticos”, dijo León, advirtiendo que la naturaleza concurrida de las colonias de pingüinos y los movimientos migratorios podrían exacerbar la propagación del virus.

LEAR  El riesgo de contaminación por estufas de gas es mayor en hogares más pequeños, según un estudio.

“Esto podría promover, aumentar la tasa de transmisión de la enfermedad entre diversas colonias de aves.”

(Reporte de Reuters TV y de Natalia A. Ramos Miranda en Santiago; Edición de Adam Jourdan y Nia Williams)