“El pueblo chino está tan miserable,” leyó una publicación en redes sociales tras otro ataque en masa en el país a principios de este año. El mismo usuario también advirtió: “Solo habrá más y más ataques imitadores.”
“Esta tragedia refleja la oscuridad dentro de la sociedad,” escribió otro.
Estas evaluaciones sombrías, tras una serie de incidentes mortales en China durante 2024, han llevado a preguntarse qué impulsa a las personas a asesinar a extraños en masa para “vengarse de la sociedad.”
Los ataques como estos son todavía raros dada la enorme población de China, y no son nuevos, dice David Schak, profesor asociado en la Universidad de Griffith en Australia. Pero parecen venir en oleadas, a menudo como intentos de imitación para llamar la atención.
Este año ha sido especialmente angustioso.
De 2019 a 2023, la policía registró tres a cinco casos cada año, donde agresores atacaron a peatones o extraños.
En 2024, ese número aumentó a 19.
En 2019, tres personas murieron y 28 resultaron heridas en tales incidentes; en 2023, 16 muertos y 40 heridos, y en 2024, 63 personas asesinadas y 166 heridas. Noviembre fue especialmente sangriento.
El 11 de ese mes, un hombre de 62 años arrolló con un coche a personas haciendo ejercicio fuera de un estadio en la ciudad de Zhuhai, matando al menos a 35. La policía dijo que el conductor estaba descontento con su acuerdo de divorcio. Esta semana fue condenado a muerte.
Días después, en la ciudad de Changde, un hombre atropelló a una multitud de niños y padres fuera de una escuela primaria, hiriendo a 30 de ellos. Las autoridades dijeron que estaba enfadado por pérdidas financieras y problemas familiares.
Esa misma semana, un joven de 21 años que no pudo graduarse tras suspender sus exámenes, se lanzó a una ola de apuñalamientos en su campus en la ciudad de Wuxi, matando a ocho e hiriendo a 17.
En septiembre, un hombre de 37 años se abalanzó por un centro comercial en Shanghai, apuñalando a la gente a su paso. En junio, cuatro instructores estadounidenses fueron atacados en un parque por un hombre de 55 años armado con un cuchillo. Y hubo dos ataques separados a ciudadanos japoneses, incluso uno en el cual un niño de 10 años fue apuñalado hasta la muerte fuera de su escuela.