La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, ha hablado durante el Foro de Desarrollo de China 2024 en la Casa de Invitados del Estado de Diaoyutai el 24 de marzo de 2024 en Beijing, China.
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China tiene dos opciones en este momento: volver a sus antiguas políticas económicas, o elegir reformas para impulsar el crecimiento, según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional Kristalina Georgieva.
“China está en una encrucijada: confiar en las políticas que han funcionado en el pasado, o actualizar sus políticas para una nueva era de crecimiento de alta calidad”, dijo Georgieva el domingo en el Foro de Desarrollo de China en Beijing.
“Con un paquete integral de reformas pro-mercado, China podría crecer considerablemente más rápido que en un escenario de status quo”, dijo, según las declaraciones preparadas por el FMI.
Esto podría desatar un crecimiento que equivaldría a una expansión del 20% de la economía real en los próximos 15 años, lo que equivale a agregar US$3.5 billones a la economía China hoy en día”, agregó.
Aunque el país ha experimentado un rebote post-Covid —con un crecimiento que superó el 5% en 2023—, se enfrenta a factores como el bajo crecimiento de la productividad y una población envejecida, según la economista búlgara.
Sin embargo, añadió: “A medio plazo, China seguirá siendo un contribuyente clave al crecimiento económico global”.
En el Foro de Desarrollo de China de este año, que comenzó el domingo, se esperan más de 100 participantes extranjeros, incluidos los CEO de importantes empresas extranjeras, así como líderes del FMI y del Banco Mundial.
En un discurso inaugural en el foro, el Primer Ministro Chino Li Qiang se comprometió a promover el “desarrollo de alta calidad”, “intensificar los ajustes de la macro-política”, y expandir la demanda doméstica, según informes de medios estatales. También prometió un “mayor nivel de apertura” mientras abordaba los desafíos.
Por separado, los funcionarios prometieron una mayor protección a las empresas financiadas en el extranjero a medida que se reducen los flujos de inversión extranjera a China.
Estas medidas coinciden con otras acciones que Beijing ha tomado en las últimas semanas para aumentar la confianza entre inversores y empresas extranjeras mientras persigue un objetivo de crecimiento de alrededor del 5% este año.
El gobierno chino admitió anteriormente que el objetivo del 2023 “no será fácil”, especialmente porque el país continúa enfrentándose a problemas como la sobrecapacidad y presiones de precios en medio de una crisis inmobiliaria y deuda.
En el Foro Económico Mundial en Davos a principios de este año, Georgieva había señalado algunos desafíos a corto y largo plazo que enfrenta la segunda economía más grande del mundo, advirtiendo que China necesitaba reformas estructurales para aumentar el crecimiento y avanzar hacia el impulso del consumo y la confianza doméstica.
Por separado, el FMI anunció en noviembre que esperaba que la economía de China creciera un 4.6% en 2024, advirtiendo sobre las continuas luchas del sector inmobiliario.
El domingo, Georgieva señaló los “desafíos más urgentes a corto plazo” para China, que incluyen “transicionar el sector inmobiliario a una base más sostenible y reducir los riesgos de deuda de los gobiernos locales”.
Para evitar este escenario, China necesitará tomar “pasos decisivos” para completar la vivienda sin terminar dejada por los desarrolladores en quiebra y reducir los riesgos de deuda de los gobiernos locales, dijo la jefa del FMI el domingo.
De esta manera, el país podría “acelerar la solución a los problemas actuales del sector inmobiliario y elevar la confianza del consumidor e inversor”, agregó.
“Una característica clave de un crecimiento de alta calidad deberá ser una mayor dependencia del consumo interno”, dijo Georgieva, agregando que esto “depende de impulsar el poder adquisitivo de individuos y familias”.