Pero el feliz ánimo pronto cambió. Las carreteras en Zhengzhou empezaron a ser abrumadas por miles de bicicletas. Algunos ciclistas compartieron en las redes sociales que se vieron obligados a bajarse de sus bicicletas y abrirse paso entre la multitud. No hubo una estimación oficial del número de bicicletas en la carretera el viernes por la noche. Muchos de los que llegaron a Kaifeng tampoco pasaron un buen rato. Mientras empeoraba el embotellamiento, tres plataformas de alquiler de bicicletas en China emitieron una declaración conjunta instando a los estudiantes a usar trenes o autobuses para viajes de larga distancia y evitar usar bicicletas por la noche por razones de seguridad. Algunas publicaciones sugieren que algunas universidades en Zhengzhou ahora han pedido a los estudiantes que regresen a sus dormitorios y les han impuesto restricciones para salir del campus. Algunos usuarios de redes sociales criticaron a los ciclistas por comportamientos “irresponsables” como arrojar basura. La policía de tráfico en Zhengzhou y Kaifeng cerraron algunos de los carriles para bicicletas entre las dos ciudades el sábado y el domingo. No es sorprendente ver a las autoridades de las dos ciudades oponiéndose, ya que las autoridades chinas siempre han reprimido las grandes reuniones para garantizar la estabilidad. Pero la Sra. Li piensa que estos eventos y tendencias como el Paseo Nocturno a Kaifeng seguirán atrayendo a los jóvenes chinos. “La gente está muy estresada en estos días, así que estos eventos son algo bueno. Porque la felicidad es contagiosa”.