Souza imagina el espíritu de su abuelo en la canción. Solía tocar el violín, y era conocido como un gran contador de historias.
“Me dijeron que si tenías que caminar con él durante kilómetros, no notarías la distancia porque sería una historia divertida tras otra”.
Souza es parte de la gran diáspora de Cabo Verde. Nació en Portugal y ahora vive en Londres. Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), hay alrededor de 700,000 caboverdianos viviendo en el extranjero, el doble que en casa.
Históricamente, la gente se vio obligada a moverse por motivos de trabajo debido a la hambruna, la sequía, la pobreza y la falta de oportunidades.
Este movimiento contribuyó a la profunda y rica tradición de música fuertemente distintiva de las islas, incluyendo la melancólica morna hecha famosa por la cantante Cesária Évora y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2019.