Una candidata a la alcaldía en una de las ciudades más violentas de México ha sido asesinada en el primer día de su campaña, sumándose a la cifra de muertes en lo que los expertos dicen podría ser las elecciones más sangrientas en la historia del país.
Bertha Gisela Gaytán fue tiroteada en un pueblo a las afueras de la ciudad de Celaya, donde se postulaba para Morena, el partido gobernante de México. Un video en redes sociales muestra a un grupo de activistas y simpatizantes de Morena caminando por las calles antes de que se escuchen disparos.
Adrián Guerrero, candidato de Morena para el concejo municipal, también fue asesinado en el ataque.
Estos fueron los últimos asesinatos en el camino hacia las elecciones del 2 de junio, con al menos 22 candidatos a alcaldes asesinados desde septiembre de 2023.
En parte, esto refleja el alto número de las elecciones, que serán las más grandes en la historia de México. Decidirán el sucesor del presidente, Andrés Manuel López Obrador, así como más de 20,000 cargos en los niveles federal, estatal y municipal.
Celaya se encuentra en Guanajuato, que a menudo tiene más homicidios que cualquier otro estado en México. 60 policías fueron asesinados en el estado el año pasado.
La violencia refleja la lucha por territorio y negocios entre varios grupos criminales organizados.
Horas antes de su muerte, Gaytán ofreció una conferencia de prensa en la que expuso sus propuestas para combatir la corrupción y mejorar la seguridad en Celaya.
Según Data Cívica, una organización de investigación que rastrea la violencia política, aproximadamente ocho de cada 10 ataques y asesinatos ocurren a nivel municipal.
“Es donde el crimen organizado puede tener un mayor control territorial”, dijo Itxaro Arteta, de Data Cívica. “Los gobiernos municipales controlan el presupuesto local y la policía, ya sea que esa policía esté haciendo todo lo que debería, o permitiendo que ciertas cosas sucedan.”
Las víctimas están distribuidas entre todos los partidos políticos, pero los asesinatos suelen apuntar al candidato que desafía al titular. Un análisis de los ataques durante las elecciones de 2021 encontró que este fue el caso en 25 de 32 asesinatos.
“Cuando un partido ya está gobernando, es probable – aunque no podemos estar seguros de nada – que haya acuerdos de poder [entre políticos locales y crimen organizado]”, dijo Arteta. “Y cuando hay un cambio de partido, se observa un aumento de la violencia.”
Varios factores complican la protección de los candidatos, desde la debilidad de la policía local hasta el hecho de que solo una pequeña minoría de esos asesinatos son precedidos por una amenaza.
La violencia significa que los partidos tienen dificultades para encontrar candidatos locales, mientras que los grupos criminales organizados intentan imponer candidatos a ellos.
En el estado de Michoacán, donde dos candidatos para el mismo municipio fueron asesinados el mismo día en febrero, al menos otros 34 han decidido no postularse.
Y la última investigación de Data Cívica ha encontrado una correlación negativa entre los ataques a los servidores públicos y la participación electoral.
“Al final, todo esto socava de manera muy concreta la democracia”, dijo Arteta. “Deja a las personas con poca certeza sobre las personas por las que están votando, y si realmente podrán gobernar sin ceder ante el crimen organizado.”