Colomiers en el suroeste de Francia es moderno, extenso y no muy atractivo.
Jóvenes parejas vienen aquí desde la cercana ciudad de Toulouse para tener hijos porque los precios de las propiedades son mucho más baratos. Creció rápidamente y ahora tiene una población de 40,000 habitantes.
Sin embargo, las tasas de fertilidad han disminuido recientemente en toda Francia, y Colomiers ha experimentado una de las caídas más grandes: un 31% desde 2018.
Francia solía destacarse entre sus vecinos europeos por el alto número de niños nacidos por mujer en edad fértil.
Su tasa de fertilidad aún se mantiene por encima del promedio europeo, pero está cayendo bruscamente.
El número de nacimientos en Francia en 2024 fue el más bajo desde 1919.
En enero del año pasado, el presidente Emmanuel Macron llamó a un “rearme demográfico” con nuevas reformas que faciliten a las personas tener hijos.
Estas incluían aumentar la ayuda financiera que reciben los padres mientras cuidan a sus recién nacidos, por hasta seis meses.
Pero puede llevar años que las políticas tengan un impacto en la disminución demográfica de Francia, especialmente porque ha habido cuatro gobiernos diferentes en poco más de un año y las reformas aún no han sido promulgadas.
En la consulta de una matrona en Colomiers, Laurence Loiseau está pesando a Léonie de tres semanas de edad, la segunda hija de Caroline y Teddy Rivat.
La pareja no sabe si tendrán más hijos, pero ya están por encima del promedio para la región de Occitanie, donde la tasa de fertilidad es de 1.53 en comparación con el promedio nacional de 1.62.
Las tasas de fertilidad en Colomiers han caído un 31% desde 2018, convirtiéndose en una de las mayores caídas en toda Francia [BBC]
Laurence Loiseau ha sido matrona aquí durante 30 años y ha notado un cambio de mentalidad. Dice que casi ninguno de los amigos de su hija de 32 años tiene hijos.
“Intentarán más tarde en la vida, pero eso significa que tendrán más dificultades para quedar embarazadas, y cuando alcancen los 40 años será muy difícil tener un segundo hijo.”
La Sra. Loiseau agrega que aún ve familias con tres o cuatro hijos, pero que generalmente provienen de entornos más pobres o de inmigrantes.
Criar niños en Francia es costoso.
Las últimas estadísticas gubernamentales oficiales, hace una década, estimaron en alrededor de €6,800 (£5,700) al año el costo de criar a un hijo. Usando esas cifras e incluyendo la inflación, los economistas franceses dicen que la cifra ahora ronda los €9,000 al año.
Margaux Biscaye, también matrona en Colomiers, conoce a muchas jóvenes que acuden a ella en busca de consejos anticonceptivos.
Ella dice que para un número creciente de mujeres jóvenes entre 20 y 30 años, tener hijos no es una prioridad.
Algunas simplemente no quieren, dice la Sra. Biscaye: “A menudo por el mundo en el que vivimos ahora. No es un período muy optimista. Tal vez cambien de opinión, pero tal vez no.”
Paola Godard, de 27 años y que trabaja en la industria musical, está decidida a no tener hijos propios, aunque podría considerar la adopción.
Aunque financieramente podría criar hijos, ella no cree que pueda ofrecerles un futuro seguro, dice.
Le preocupa el aumento de la extrema derecha y el impacto potencial del cambio climático dentro de 20 años.
La región de Occitanie está presenciando la segunda mayor caída en la tasa de fertilidad en toda Francia.
Solo Córcega está por encima, porque muchos jóvenes abandonan la isla en busca de oportunidades laborales en el continente.
Catherine Sourd del Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee) dijo a la BBC que la tasa de natalidad en Occitanie cayó un 8.5% en 2023, en comparación con el 6.5% a nivel nacional.
La Sra. Sourd dice que la caída es aún más pronunciada entre las mujeres de 24 a 35 años, que suelen ser las más fértiles.
Las mujeres están retrasando el tener su primer hijo en comparación con generaciones anteriores y estableciendo relaciones a largo plazo más tarde en la vida, dice ella.
Al mismo tiempo, la actual incertidumbre económica pesa en la mente de los jóvenes.
La misma incertidumbre durante la crisis financiera en 2008 también tuvo un gran impacto en la fertilidad en Francia y en toda Europa occidental, con una fuerte disminución en los nacimientos en ese momento también, dice la Sra. Sourd.
En Colomiers, el número de niños en la escuela primaria ha disminuido un 10% en los últimos siete años.
Xavier Vuiller trabaja en gestión educativa en la escuela secundaria Victor Hugo. Él y su esposa española, Noelia, tienen solo un hijo, Paolo de 12 años, y eso no cambiará.
“Mi esposa quería continuar con una carrera personal… para que ella tuviera las mismas oportunidades que yo como hombre. Por lo tanto, nos tomamos el tiempo de tener un hijo y solo uno”, dice Xavier.
Él agrega que la disminución del número de alumnos se sentirá en su propia escuela en unos años a medida que el número de niños de la escuela primaria disminuya y pasen a las escuelas secundarias.
La situación es similar en la campiña francesa, donde las tasas de fertilidad solían ser más altas. Eso ya no es así, según las estadísticas gubernamentales.
Marion y Farid dicen que Maelle de 10 años será su único hijo [BBC]
En el acogedor pueblo de Gratens, al sur de Colomiers, Farid Achezegag, un escultor, vive con su pareja Marion Savy, maestra, su hija de 10 años Maelle y un gato naranja muy grande.
Farid y Marion acordaron tener solo un hijo.
“Es el modelo al que estoy acostumbrada, y estaba bastante feliz como hija única”, dice Marion.
“Amo mi trabajo y cuando pensé en ser madre quería también tener tiempo para mí. No soy egoísta – quería ofrecerle a mi hijo tiempo esencial solo para ella y seguir teniendo mi vida de mujer”.
Los padres de Farid eran inmigrantes argelinos. Tuvieron cuatro hijos, pero él no quiere seguir el mismo camino.
“Al igual que Marion, estaba decidido a tener un solo hijo”, dijo. “La relación con los hijos en una familia numerosa no es la misma”.