En la tercera temporada, ella se vuelve más independiente y comienza a usar colores como el verde esmeralda oscuro, así como tonos más apagados. “Es lo opuesto a lo que podríamos haber hecho”.
“También cambiamos su forma corporal para hacerla más madura, más sexy, menos como una niña”, agrega Glaser.
Mientras tanto, el objetivo inicial con Colin era que se viera “más joven” que sus dos hermanos mayores, “así que mantuvimos sus colores más juveniles”, explica Dougie Hawkes, diseñador de vestuario asociado de Bridgerton.
Pero en la nueva temporada, Colin acaba de regresar de sus viajes de verano por Europa.
“Regresa como un hombre, por lo que la evolución de los colores de niño a la fuerza masculina dominante… fue una transformación drástica”, explica Hawkes.
Como resultado, Colin, que llevaba tonos más claros como el azul bebé en los episodios anteriores, se ve ahora con colores mucho más llamativos, como el azul marino y los marrones.
Según Glaser, su ropa también permite más movimiento y una actitud más desenfada.