Brasil se está preparando para una revolución híbrida a medida que los fabricantes de automóviles globales compiten por invertir miles de millones de dólares en el desarrollo de vehículos verdes en la economía más grande de América Latina.
A nivel mundial, las ventas de autos híbridos están en auge, ofreciendo a los consumidores ahorro de combustible, sostenibilidad y la garantía de que no se quedarán varados lejos de una estación de carga pública en un vehículo completamente eléctrico.
Brasil, con una población de más de 200 millones de personas, está buscando incentivar la producción local de vehículos menos contaminantes, y los gigantes automotrices están ansiosos por empezar.
Este mes, Stellantis –dueña de varias marcas de automóviles importantes, con productos electrificados de Jeep, Peugeot y Fiat– prometió “la mayor (inversión) en la historia del sector automotriz brasileño y sudamericano”.
La compañía dijo que invertiría $6.1 mil millones en la región entre 2025 y 2030, siendo Brasil el mayor beneficiario.
Toyota, que ha apostado más por los híbridos que por los autos completamente eléctricos, anunció que invertiría $2.2 mil millones en Brasil hasta 2030.
Otros grandes nombres como Volkswagen, Renault, Nissan, General Motors, BYD y Hyundai también han anunciado planes para producir vehículos eléctricos e híbridos en el país.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea) estima que Brasil recibirá alrededor de $23.4 mil millones en inversión automotriz en los próximos años.
El presidente de Anfavea, Marcio de Lima Leite, dijo que no había “ninguna coincidencia” en que las inversiones estuvieran llegando y se centrarían en gran medida en los híbridos, que combinan un motor eléctrico alimentado por batería con un motor de combustión interna.
Esta actividad frenética viene después de que el gobierno anunciara que “incrementaría gradualmente los impuestos de importación para estas nuevas tecnologías” para incentivar la producción nacional de vehículos eléctricos o híbridos.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva también creó recientemente un programa que otorga $3.8 mil millones en créditos fiscales a los fabricantes de automóviles que se comprometan a “invertir en descarbonización”.
– ‘Un modelo de transición’ –
“Estas inversiones marcan un punto de inflexión, no solo en cuanto a las cantidades, sino también por todos los cambios que esto traerá en el sector”, dijo Cassio Pagliarini de la consultora Bright Consulting a AFP.
Según él, el híbrido es “un modelo de transición”. Brasil aún no puede darse el lujo de cambiar masivamente a todos los vehículos eléctricos, “porque las baterías aún son demasiado caras”.
Además, “el gobierno no tiene los medios para ofrecer subsidios significativos” a los consumidores como lo hacen los países europeos.
También existen importantes desafíos logísticos para instalar estaciones de carga pública en el quinto país más grande del mundo.
En cambio, Brasil prefiere estimular la producción de vehículos híbridos que funcionan con electricidad y el etanol producido a partir de la caña de azúcar que se utiliza ampliamente para impulsar automóviles en el país.
Stellantis, Toyota, Volkswagen y BYD han dicho que invertirán en híbridos que funcionan con etanol.
“El etanol brasileño es un combustible de bajo carbono, que puede producirse en áreas ya existentes, sin recurrir a la deforestación”, dijo David Tsai del Instituto de Energía y Medio Ambiente, una ONG.
Pero, él cree que en lugar de otorgar créditos fiscales a los fabricantes de automóviles, “sería más interesante invertir masivamente en transporte público verde”.
– Los autos electrificados ganando terreno –
Según el último censo en 2022, había alrededor de 60 millones de autos en las calles de Brasil. Menos del 0.5 por ciento estaban electrificados en 2023, según datos de Bright Consulting.
Sin embargo, las ventas de autos electrificados se duplicaron entre 2022 y 2023, según cifras de la Asociación Brasileña de Vehículos Eléctricos (ABVE).
Pagliarini predice que los vehículos electrificados podrían “representar más de la mitad de las ventas para 2029”, pero solo “el 20 al 25 por ciento será 100 por ciento eléctrico”.
Carlos Tavares, CEO de Stellantis, dijo que era esencial que estos vehículos fueran “accesibles para la clase media”.
“De lo contrario, no hay impacto en el planeta”, dijo en una conferencia de prensa.
lg/tmo/fb/mlr/caw