Boeing anunció esta mañana que el CEO Dave Calhoun dejaría la compañía y que una ejecutiva con tres décadas de experiencia en la empresa manufacturera de $117 mil millones, Stephanie Pope, tomaría el liderazgo. A medida que Pope se hace cargo de un negocio en crisis, los inversores esperan ver cuál es el plan de Pope para los próximos 12 meses y cómo Boeing la hará rendir cuentas.
Pope tiene un camino complicado por delante con reguladores, inversores y clientes para dar forma a la cultura de la compañía y luego demostrar al mundo que se puede confiar en ella. Boeing ha enfrentado problemas desde antes de que Calhoun asumiera el cargo de CEO para reemplazar a Dennis Muilenburg en 2019 después de que 346 personas murieran mientras volaban en aviones fabricados por Boeing. El Departamento de Justicia de EE. UU. multó a Boeing con $2.5 mil millones para resolver cargos criminales de conspiración en enero de 2021. Tres años después, Calhoun se retira en medio de una fuerte falta de confianza entre los clientes y el público después de que partes de los aviones fabricados por Boeing comenzaron a desprenderse en pleno vuelo; la semana pasada los miembros de la junta directiva de Boeing, incluido Kellner, comenzaron a reunirse con clientes importantes sin la presencia de Calhoun.
“Han tenido un par de años para averiguar qué está pasando con el proceso de ensamblaje de ingeniería y aún no han diagnosticado la situación”, dijo el profesor asociado de la Universidad de Georgetown, Jason Schloetzer, quien ha estudiado la sucesión de CEOs y su efectividad. “Están buscando limpiar la casa hasta cierto punto y obtener un nuevo equipo con una visión fresca e incentivos nuevos para resolver esto, porque no se puede afectar el cambio si ni siquiera se puede evaluar cuál es la situación y descubrir qué necesita ser reparado, y mucho menos elaborar un plan para arreglarlo”.
Persona interna de Boeing probablemente menos costosa que buscar externamente
Elegir a Pope como CEO interno probablemente sea mucho menos costoso que contratar a alguien de fuera de Boeing, dijo Maria Vu, directora sénior de investigación de compensación norteamericana en la firma de asesoramiento de procuración Glass Lewis. Un CEO de fuera de la compañía habría requerido que Boeing ofreciera al ejecutivo pagos de compensación “make-whole” para compensar el patrimonio que dejaría con un empleador anterior. Además, las empresas en crisis a menudo tienen que ofrecer muchos incentivos para atraer a ejecutivos de otras compañías para hacerse cargo de un negocio en crisis. Aún no está claro si Boeing le ofrecerá más a Pope que la compensación que recibía como directora de operaciones, que era de $1.2 millones en salario más un bono en efectivo anual de $2 millones y un incentivo a largo plazo de $10 millones. Una vez que Boeing revele los objetivos de Pope, es probable que los inversores los escudriñen en busca de señales de cómo la junta directiva pretende responsabilizar a Pope por cambiar la cultura de Boeing, dijo Vu.
“Parece haber un riesgo significativo para el negocio si la cultura de la compañía no se aborda de manera significativa”, dijo Vu. “Será indicativo de cuán seriamente se toma el cambio de cultura la junta directiva si se observan los tipos de cosas por las que están incentivando a la Sra. Pope en sus programas de incentivos”.
Con Pope, la compañía está recurriendo a una ejecutiva experimentada para cambiar el rumbo de la compañía y, por un lado, “eso es genial”, dijo Schloetzer. Ella es “alguien que conoce muy bien el negocio y ha estado allí por mucho tiempo y está muy informada sobre lo que está pasando”, dijo. Por otro lado, Pope también es “una persona que ha estado allí mientras estos problemas se han desarrollado”.
“No es fácil encontrar a alguien que pueda llegar e investigar una organización como Boeing, por lo que también tiene sentido tener a una persona interna, pero no es algo seguro”, dijo Schloetzer. Según Schloetzer, también puede haber reclutamiento por debajo de los niveles de C-suite y ejecutivos de alto nivel para aportar nuevas perspectivas a Boeing.
Junto con el cambio de bastón de Calhoun a Pope, las salidas de la cúpula directiva incluyen a Stan Deal, presidente y CEO de la división de aerolíneas comerciales de Boeing, y al presidente de la junta Larry Kellner, quien asumió el cargo en 2019 cuando Calhoun pasó de ser miembro de la junta a CEO. La empresa también ha visto salidas de otros roles ejecutivos en los últimos años, incluida Leanne Caret, presidenta y CEO de la unidad de defensa, espacio y seguridad de Boeing, y el vicepresidente sénior y tesorero David Dohnalek. La junta de Boeing eligió a Steve Mollenkopf para reemplazar a Kellner.
En enero, Boeing anunció que Calhoun había designado al Almirante Kirkland Donald como asesor especial para investigar el sistema de gestión de calidad de Boeing para aviones comerciales. Kirkland, quien es presidente de la junta en la compañía de construcción de barcos militares Huntington Ingalls de $11.5 mil millones, debía entregarle a Calhoun y al comité de seguridad aeroespacial de Boeing un informe y recomendaciones. Su revisión sigue en curso, según un portavoz de Boeing en un comunicado a Fortune.
Para Calhoun, la mayor parte de sus más de $20 millones en compensación debía provenir de su premio de incentivos a largo plazo, que tenía un objetivo de $17 millones. Para fines de 2023, se suponía que vería el regreso seguro del 737 MAX al servicio, la reorganización de la función de ingeniería, la entrada en servicio del Boeing 777X de doble motor y la entrega y aumento de la producción. El premio no se otorgó, según las revelaciones de la compañía.
“Por lo general, para incentivar a un ejecutivo a tomar algo en serio y realizar cambios significativos, especialmente si es un riesgo importante para el negocio, esperaríamos ver algunas revisiones en los programas de incentivos para ayudar a abordar eso”, dijo Vu.
En cuanto a Calhoun, tiene al menos $20 millones en camino y potencialmente otros $45.5 millones, dependiendo de cómo le vaya a Pope en el cargo de CEO. Sin embargo, la junta de Boeing podría proporcionarle una compensación adicional como parte de su salida o la junta podría declinar hacerlo para evitar el escrutinio adicional.
“Cómo clasifican su salida es una conversación que probablemente estén teniendo con él en términos de negociación”, dijo Vu.
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