El presidente Biden intensificó fuertemente sus críticas sobre el enfoque de Israel hacia la guerra contra Hamás el jueves, calificando las operaciones militares en Gaza como “excesivas” y diciendo que el sufrimiento de personas inocentes tiene que parar.
El Sr. Biden, quien ha apoyado firmemente el derecho de Israel a retaliar por el ataque terrorista del 7 de octubre por parte de Hamás que mató a unas 1,200 personas, mostró una creciente impaciencia con la escala y duración de la respuesta de Israel durante una reunión nocturna con reporteros en la Casa Blanca.
“Estoy convencido, como saben, de que la conducta de la respuesta en Gaza, en la Franja de Gaza, ha sido excesiva”, dijo el Sr. Biden en respuesta a las preguntas al final de la sesion tumultuosa, destinada a tratar un informe del consejo especial sobre su manejo de documentos clasificados. “He estado presionando mucho, mucho, para lograr ayuda humanitaria en Gaza”, agregó. “Hay mucha gente inocente que está muriendo de hambre. Hay mucha gente inocente con problemas y muriendo. Y tiene que parar”.
Pero mientras ofrecía una evaluación aguda de los últimos acontecimientos en Medio Oriente, cometió el tipo de error que su personal había esperado que evitaría, dadas las preguntas sobre su edad y memoria, al confundir a los presidentes de Egipto y México.
“Creo que, como saben, inicialmente el presidente de México, Sisi, no quería abrir la puerta para permitir que entraran materiales humanitarios”, dijo, refiriéndose a Abdel Fattah el-Sisi, presidente de Egipto, no de México. “Hablé con él. Lo convencí de abrir la puerta. Hablé con Bibi para abrir la puerta en el lado israelí”.
Los comentarios del Sr. Biden revelaron su creciente frustración con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, conocido por su apodo Bibi, haciendo pública lo que ha sido claro en privado durante semanas. El Sr. Biden ha presionado al líder israelí para que tenga un mayor cuidado para evitar víctimas civiles en Gaza, donde más de 27,000 personas han muerto, según las autoridades de salud de la Franja dirigida por Hamás, y para considerar la creación de un estado palestino una vez que termine la guerra.
El presidente ha sido sometido a una enorme presión por parte del ala progresista de su propio partido para frenar a Netanyahu, con manifestantes que ahora interrumpen regularmente los eventos del presidente y lo llaman nombres como “Genocida Joe”. Al mismo tiempo, Netanyahu, bajo fuego por no prevenir el ataque del 7 de octubre, ha tratado de mantener su coalición de derecha haciendo frente a las súplicas de Biden por una solución de dos estados.
En los últimos días, Netanyahu pareció rechazar los esfuerzos del secretario de Estado Antony J. Blinken para lograr un acuerdo a través de intermediarios con Hamás para asegurar la liberación de más de 100 rehenes aún retenidos por Hamás a cambio de una larga pausa en la lucha. Hamás había planteado “demandas ridículas” que, de ser cumplidas, “solo invitarían a otra masacre”, dijo Netanyahu el miércoles poco después de reunirse con Blinken.
En los cuatro meses transcurridos desde el ataque de Hamás, el presidente Biden ha tratado de mantener una línea cuidadosa, enfatizando su apoyo inquebrantable a Israel y su indignación compartida por las muertes de israelíes inocentes, al mismo tiempo que aconseja cada vez mas detenimiento a Netanyahu. En un momento, se quejó de los bombardeos “indiscriminados” de Israel, pero en términos generales ha moderado sus puntos de vista en público, dejando en ocasiones que otros miembros de su administración hablen más críticamente.
El presidente no tenía la intención de abordar la situación el jueves por la noche y ya se había retirado de la Sala de Recepción Diplomática de la Casa Blanca después de su declaración sobre el informe del consejo especial cuando una pregunta de un reportero lo llevó a regresar al atril.
Citó sus esfuerzos para llevar más ayuda humanitaria a Gaza, donde gran parte de la población ha sido desplazada y desesperada por bienes básicos.
“Estoy presionando con mucha fuerza ahora para tratar con esta tregua de rehenes”, dijo. “He estado trabajando incansablemente en este acuerdo”, agregó, porque podría “conducir a una pausa sostenida en la lucha y en las acciones que tienen lugar en la Franja de Gaza. Porque creo que si podemos obtener la demora para eso, la demora inicial, creo que podríamos extender eso para aumentar la perspectiva de que esta lucha en Gaza cambie”.
También dijo que creía que Hamás pudo haber lanzado su ataque el 7 de octubre para interrumpir los esfuerzos estadounidenses de establecer relaciones diplomáticas normales entre Israel y Arabia Saudita, un proyecto que muchos creen que habría transformado la región pero podría haber debilitado la urgencia de la causa palestina.
“No tengo pruebas de lo que estoy a punto de decir”, señaló el Sr. Biden, “pero no es irrazonable sospechar que Hamás entendió lo que iba a suceder y quería romperlo antes de que sucediera”.