Algunos funcionarios estadounidenses creen que, en la práctica, el Sr. Biden podría reabrir la oficina a pesar de las objeciones de Israel.
Presionado sobre el destino del consulado en febrero, el portavoz del Departamento de Estado en ese momento, Ned Price, dijo: “Estas cosas llevan tiempo. Obviamente hay varias partes involucradas en un proceso como este”.
Daniel C. Kurtzer, ex embajador de Estados Unidos en Jerusalén durante la administración de George W. Bush, calificó los años anteriores al 7 de octubre como una oportunidad perdida.
“Se puede preguntar por qué Biden no actuó para deshacer lo que Trump había hecho”, dijo Kurtzer.
Kurtzer admitió que Biden heredó “un lío” en el tema palestino, en gran parte debido a las políticas de Trump. Y dijo que una agenda política diferente probablemente no habría evitado el ataque asesino de Hamas el mes pasado. (Estados Unidos nunca ha tenido relaciones diplomáticas con Hamas, a la que considera una organización terrorista).
Pero Kurtzer dijo que el enfoque de Biden antes del 7 de octubre todavía es relevante hoy.
Si bien ayudó que Biden reabriera un diálogo con los palestinos y les entregara ayuda, Kurtzer dijo que las cosas que el presidente no hizo, como reabrir el consulado o restablecer la opinión legal sobre los asentamientos en Cisjordania, enviaron una señal “negativa”.
Según Kurtzer, esto ha dañado la credibilidad estadounidense en el mundo árabe y ahora está complicando los esfuerzos de Biden por apoyar a Israel. “Mira qué rápido cambió la narrativa de la simpatía a la condena a Israel”, dijo.
Queda por ver si Biden presionará más fuerte esta vez por un acuerdo de paz duradero. Algunos funcionarios estadounidenses todavía ven un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudita como una oportunidad.
Pero las oportunidades se han escapado antes.
En mayo de 2021, las fuerzas israelíes bombardearon Gaza durante 11 días en respuesta a los cohetes lanzados por Hamas hasta que un alto el fuego detuvo los enfrentamientos.
Lamentando las muertes de civiles en ese enfrentamiento, Biden prometió “continuar nuestra diplomacia silenciosa e incansable” para garantizar que israelíes y palestinos puedan coexistir pacíficamente.
“Creo que tenemos una oportunidad genuina de progresar y estoy comprometido a trabajar por ello”, dijo.
Dos años y medio después, su desafío parece ser mayor que nunca.