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Joe Biden ha acusado al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de “perjudicar a Israel” a través del trato de su administración a los palestinos, pero agregó que Estados Unidos no establecerá una “línea roja” que limite sus acciones contra Hamás.
El presidente de EE. UU. también dijo en una entrevista con MSNBC que no “renunciaría” a la posibilidad de un alto el fuego antes del Ramadán, que comienza mañana. El director de la CIA, William Burns, todavía estaba en la región, dijo.
El presidente dijo que el primer ministro tiene “derecho a defender a Israel y derecho a seguir persiguiendo a Hamás, pero debe prestar más atención a las vidas inocentes que se están perdiendo”.
“En mi opinión, está perjudicando a Israel más de lo que está ayudando a Israel”, dijo Biden, refiriéndose al trato de Israel a los palestinos, reiterando que quería “ver un alto el fuego”.
Al preguntársele cuál sería su “línea roja” con el primer ministro israelí, Biden dijo: “La defensa de Israel sigue siendo crítica. Así que no hay una línea roja [donde] voy a cortar todas las armas para que no tengan la Cúpula de Hierro para protegerlos”.
Sin embargo, el presidente de EE. UU. sugirió que la invasión planeada por Israel de Rafah, el último centro de población restante en el sur de Gaza que las Fuerzas de Defensa de Israel aún no han ocupado, tensará aún más las relaciones entre Washington y el gabinete de guerra.
También agregó que “no pueden tener a 30,000 palestinos más muertos como consecuencia de ir contra [Hamás]” y reiteró sus llamados a un alto el fuego.
La respuesta de Israel a la invasión de Hamás el 7 de octubre, cuando murieron 1,200 israelíes, ha provocado una crisis humanitaria en Gaza y ha generado tensiones crecientes entre el país del Medio Oriente y EE. UU. y Europa.
Biden confirmó en el discurso de esta semana sobre el estado de la Unión que la administración construiría un puerto temporal en Gaza para proporcionar ayuda humanitaria después de que Israel restringiera las entregas de alimentos, agua, medicinas y otras asistencias a los 2.3 millones de habitantes de Gaza.
La vicepresidenta Kamala Harris ha descrito las condiciones en Gaza como “inhumanas”.
El trato de Israel a los refugiados palestinos ha sido la fuente de una creciente frustración entre el presidente de EE. UU. y Netanyahu. También ha provocado críticas a la administración Biden, incluidos algunos votantes demócratas. En el estado clave de Michigan, 100,000 demócratas votaron “sin compromiso” en las recientes primarias del partido como protesta contra el apoyo de EE. UU. a Israel.
Biden dijo que no “culpaba a los votantes por estar molestos”, agregando: “Por eso estoy haciendo todo lo posible para intentar detenerlo”.
El presidente de EE. UU. también reiteró las condiciones bajo las cuales podría tener lugar un acuerdo de alto el fuego, diciendo que quería ver “un importante intercambio de prisioneros durante un período de seis semanas” y que no debería haber “nada sucediendo durante el Ramadán”.