Un buque de guerra alemán puso fin a su misión de protección de los barcos mercantes de los militantes huthis en Yemen y partió del Mar Rojo temprano el sábado por la mañana.
La fragata formaba parte de la misión naval defensiva de la UE Aspides y fue desplegada en el Mar Rojo en febrero para proteger a los barcos mercantes de los ataques de los militantes en Yemen, quienes están protestando contra la guerra en Gaza.
El Mar Rojo es hogar de la ruta marítima más importante desde Asia hacia Europa, que pasa por el Canal de Suez.
Los militantes huthis, aliados con Irán, quieren forzar el fin de la operación militar israelí en la Franja de Gaza.
La fragata, con una tripulación de 240 personas a bordo, completó la misión a las 5:50 am (0350 GMT) y dejó el área de operaciones, informó la Bundeswehr.
La tripulación en el Hessen derribó repetidamente drones lanzados por los militantes en la primera misión de este tipo de la Marina alemana.
El barco fue desplegado el 23 de febrero después de una serie de ataques a los barcos mercantes. Grandes compañías navieras comenzaron a evitar el Mar Rojo, parte de la ruta marítima más corta entre Asia y Europa, impactando la economía global.
El Ministerio de Defensa alemán dijo que el barco escoltó de manera segura a 27 buques mercantes a través del área de operación.
En cuatro casos, los drones y misiles huthis fueron contrarrestados con éxito, según informó el ministerio.
En total, la fragata recorrió más de 11,000 kilómetros en el área de operación.
La tripulación brindó primeros auxilios médicos en dos ocasiones, a un soldado de una nación aliada y a un miembro de la tripulación de un barco mercante.
La fragata de 143 metros está equipada con misiles antiaéreos y fue diseñada para escolta y vigilancia marítima, con un radar capaz de monitorear un espacio aéreo del tamaño del Mar del Norte, según la Bundeswehr.
También conocida como fragata de defensa aérea, sus sistemas de armas pueden enfrentar objetivos a un alcance de hasta 160 kilómetros.
El Ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, calificó esta como la operación naval más peligrosa en décadas durante una visita a la fragata días antes de que comenzara la misión.