Ha sido un martes difícil hasta ahora para Tesla (TSLA).
En una nota a los clientes, el analista del Bank of America John Murphy rebajó la calificación de Tesla de Comprar a Neutral, afirmando que la mayor parte del potencial al alza del fabricante de vehículos eléctricos ha sido reconocido desde que la firma elevó las acciones en abril del año pasado. Desde entonces, las acciones de Tesla han subido más del 60%, aunque la mayor parte de este aumento ha ocurrido después de la victoria electoral del presidente Trump en noviembre.
Las acciones de Tesla bajaron un 4% en la negociación tardía.
Murphy, sin embargo, elevó su objetivo de precio a $490 desde $400, pero con algunas salvedades.
“Si bien esto aún implica potencial al alza, el riesgo de ejecución es alto y TSLA está operando a un nivel que captura gran parte de nuestro caso base [a largo plazo] desde los autos básicos, robotaxis, Optimus y generación y almacenamiento de energía”, escribió Murphy.
Desde el punto de vista de los autos básicos, Murphy ve a Tesla aumentando su participación en el mercado automovilístico al 5% a nivel mundial a largo plazo, convirtiéndose en uno de los 10 principales fabricantes de automóviles. El potencial al alza de Tesla: la tendencia actual hacia la electrificación, la estructura de costos más baja de Tesla en comparación con otros fabricantes de automóviles y la ventaja tecnológica con características de software como la conducción autónoma completa.
Además, los nuevos vehículos ampliarán el mercado total abordable de Tesla o la oportunidad de ingresos máxima disponible, algo que se necesita para un crecimiento más impactante más allá de las renovaciones de productos. Murphy espera que Tesla lance su vehículo de menor costo en la primera mitad de 2025 además de otro nuevo modelo que llegará más tarde este año.
Murphy está más optimista sobre el lanzamiento de los robotaxis, que él ve que valen $420 mil millones solo en los Estados Unidos. “Esto refleja nuestra suposición de que TSLA podría lograr un costo por milla significativamente menor que Uber, Lyft y los taxis, permitiéndole fijar precios de manera agresiva, ampliar el mercado total abordable y también lograr un beneficio por milla significativamente mayor”, escribió.
¿El riesgo? La ejecución. Además de expandir las pruebas de los robotaxis y lanzar el servicio a tiempo sin grandes contratiempos, Tesla también tendrá que lanzar nuevos productos en 2025 a tiempo, escalar la división de robotaxis sin canibalizar su negocio de software de conducción autónoma completa, lidiar con la competencia china de vehículos eléctricos y negociar un marco regulatorio incierto tanto en Estados Unidos como en el extranjero, todo mientras los vehículos eléctricos enfrentan debilidad en la demanda.
Posibles aspectos positivos: la licencia del software de conducción autónoma, avances tecnológicos de Tesla y la posibilidad de incentivos federales o estatales adicionales.
Lo que Murphy no menciona es el impacto de la estrecha relación entre el CEO Elon Musk y el presidente electo Donald Trump, lo cual podría ayudar a la empresa automotriz a asegurar un entorno regulatorio favorable. Por ejemplo, earlier on Tuesday, NHTSA abrió una investigación de seguridad sobre la función autónoma de Tesla que se llama Smart Summon – una investigación que podría ser limitada si una administración más amigable hacia Tesla está en control.
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