El Eurozona corre el riesgo de una nueva crisis de deuda si el bloque no puede impulsar el crecimiento, reducir la deuda pública y solucionar la “incertidumbre política”, advirtió el Banco Central Europeo.
En su Revisión Anual de Estabilidad Financiera, publicada el miércoles, el BCE lanzó la alarma sobre un posible retorno de las “preocupaciones del mercado sobre la sostenibilidad de la deuda soberana”.
Señaló “niveles elevados de deuda y altos déficits presupuestarios”, así como un crecimiento débil y las incertidumbres causadas por los recientes “resultados electorales a nivel europeo y nacional, especialmente en Francia”.
Los diferenciales entre los bonos del gobierno francés y alemán a 10 años -una medida de las preocupaciones de los inversores- alcanzaron los 0,78 puntos porcentuales este mes, cercanos al máximo de 12 años alcanzado en la previa a las elecciones parlamentarias de este verano.
“Los obstáculos al crecimiento económico derivados de factores como la débil productividad hacen más probable que los niveles elevados de deuda y los déficits presupuestarios reaviven las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda”, advirtió el BCE el miércoles.
Sin embargo, los diferenciales italianos frente a la deuda alemana -un indicador de las preocupaciones de los inversores en todo el bloque- están en niveles mucho más estrechos que durante la crisis del Eurozona.
Durante esa crisis, que comenzó hace más de una década, Grecia evitó por poco un impago mientras las preocupaciones sobre su estabilidad financiera provocaron inestabilidad en los mercados sobre la moneda común. Esto solo se calmó después de que el entonces presidente del BCE, Mario Draghi, se comprometió a hacer “lo que sea necesario” para evitar un colapso del área de la moneda.
Por su naturaleza, la Revisión de Estabilidad Financiera del BCE se centra en los riesgos de la región, pero sus advertencias sobre los riesgos fiscales son más contundentes que en ediciones anteriores.
El BCE dijo que los primas de riesgo crediticio soberano podrían aumentar debido a choques macrofinancieros, señalando fundamentos “débiles” en varios estados miembros y deuda soberana venciendo que se “renueva” a tasas de interés más altas.
Agregó que la combinación de bajo crecimiento y alta deuda gubernamental en el bloque de moneda de 20 países podría dificultar que los gobiernos paguen las mayores necesidades de defensa e inversiones para combatir el cambio climático.
En una indicación de las débiles perspectivas de crecimiento de la región, la Comisión Europea rebajó la semana pasada su pronóstico de crecimiento para el Eurozona en 2025 al 1,3 por ciento y advirtió que la región está a punto de quedarse aún más rezagada respecto a Estados Unidos.
El BCE también está preocupado por que los mercados de acciones y bonos estén expuestos a riesgos crecientes de “ajustes bruscos”, señalando “altas valoraciones y concentración de riesgos” que ya habían resultado en “varias subidas pronunciadas pero breves en la volatilidad”.
Agregó que “las recientes correcciones del mercado no han disipado las preocupaciones sobre la sobrevaloración de los mercados de acciones o el potencial de una burbuja de precios de activos relacionada con la inteligencia artificial”.
En caso de una posible recesión económica, los balances bancarios también podrían verse afectados, ya que los consumidores y empresas de la Eurozona ya están luchando con tasas más altas, dijo el BCE.
La amenaza de mayores pérdidas en el mercado inmobiliario comercial “podría ser significativa para los bancos individuales y fondos de inversión”, agregó.