Los ataques de los hutíes en el Mar Rojo han obligado a las principales compañías navieras a evitar el Mar Rojo y el Canal de Suez, afectando al comercio internacional.
Austin dijo en un comunicado: “Por orden del presidente Biden, autorizé estos ataques selectivos para seguir degradando la capacidad de los hutíes para continuar su comportamiento desestabilizador y proteger y defender a las fuerzas y al personal estadounidense en una de las vías navegables más críticas del mundo.”
Añadió que Estados Unidos “seguirá dejando claro” a los hutíes que habrá “consecuencias por sus ataques ilegales e imprudentes”.
En septiembre, el Pentágono dijo que los hutíes habían lanzado “un ataque complejo” a los buques de la Armada estadounidense en la región, aunque todas las armas lanzadas fueron derribadas.
Además de los ataques a los barcos en el Mar Rojo, los hutíes han disparado varios misiles y drones directamente a Israel.
En julio, un dron lanzado desde Yemen impactó en Tel Aviv, matando a una persona. En septiembre, el grupo lanzó varios misiles a Israel, incluyendo uno que apuntó al principal aeropuerto de Israel.
En ambas ocasiones, Israel respondió atacando sitios controlados por los hutíes en Yemen, incluidos tanques de combustible y otras infraestructuras en el puerto de Hudaydah en el Mar Rojo.
Los hutíes son parte de una red de grupos armados en Medio Oriente respaldados por Irán que incluye a Hezbollah en Líbano y Hamas en Gaza.