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Por Eduardo Baptista, Hyunsu Yim y Joyce Lee
SEÚL (Reuters) – Las autoridades ingresaron al complejo del destituido presidente surcoreano Yoon Suk el viernes para ejecutar una orden de arresto sin precedentes, evadiendo a una multitud de protestantes afuera, pero se encontraron con fuerzas de seguridad presidenciales en el interior.
No estaba claro si el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), que anteriormente había bloqueado el acceso de los investigadores con una orden de registro a la oficina y la residencia oficial de Yoon, intentaría impedir su arresto.
Yoon está bajo investigación penal por insurrección debido a su intento de ley marcial del 3 de diciembre que sorprendió a Corea del Sur, la cuarta economía más grande de Asia y una de las democracias más vibrantes de la región.
Un arresto sería el primero para un presidente en funciones de Corea del Sur.
Funcionarios de la Oficina de Investigación de Corrupción para Funcionarios de Alto Rango (CIO), que lidera un equipo conjunto de investigadores que incluye a la policía y a los fiscales, llegaron a las puertas del complejo de Yoon poco después de las 7 a.m. (2200 GMT del jueves), según testigos de Reuters.
Los vehículos de la CIO no ingresaron de inmediato al complejo, en parte debido a un autobús que bloqueaba la entrada.
Algunos funcionarios de la CIO luego pasaron a pie a través de una puerta abierta y más allá del autobús, pero luego se enfrentaron brevemente a otro autobús y a un vehículo blindado más arriba en la entrada, antes de ser movidos.
Una vez dentro del complejo, la CIO y la policía que la acompañaba se enfrentaron a cordones de personal del PSS, así como a tropas militares asignadas a la seguridad presidencial, reportaron los medios de comunicación. El Ministerio de Defensa Nacional de Corea del Sur dijo que las tropas estaban bajo el control del PSS.
La agencia de noticias Yonhap citó al jefe del PSS diciendo que las autoridades no tienen permitido registrar la residencia de Yoon.
Hasta las 1 p.m. el enfrentamiento continuaba.
El abogado de Yoon dijo en un comunicado el viernes que la ejecución de una orden de arresto inválida contra Yoon es ilegal, y que tomarían medidas legales, sin entrar en detalles.
Los manifestantes se reunieron en las primeras horas de la madrugada cerca de la residencia, con la cantidad aumentando a cientos tras reportes de medios de que las autoridades investigadoras intentarían pronto ejecutar la orden de arresto que fue aprobada el martes después de que Yoon rechazara las citaciones para comparecer.
“Tenemos que bloquearlos con nuestras vidas”, se escuchó decir a uno a los demás.
Algunos coreaban “El presidente Yoon Suk Yeol será protegido por el pueblo”, y pedían el arresto del jefe de la CIO.
Pyeong In-su, de 71 años, dijo que la policía tenía que ser detenida por “ciudadanos patrióticos”, un término que Yoon utilizó para describir a aquellos que estaban en guardia cerca de su residencia.
Sosteniendo una bandera de Estados Unidos y Corea del Sur con las palabras “Vamos juntos” en inglés y coreano, Pyeong dijo que esperaba que el próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viniera en ayuda de Yoon.
“Espero que después de la inauguración de Trump, pueda usar su influencia para ayudar a nuestro país a volver al camino correcto”, dijo.
La orden de arresto actual es válida hasta el 6 de enero, y da a los investigadores solo 48 horas para retener a Yoon después de su arresto. Luego los investigadores deben decidir si solicitar una orden de detención o liberarlo.
Una vez arrestado, se espera que Yoon sea detenido en el Centro de Detención de Seúl, informó la Agencia de Noticias Yonhap, citando a la CIO.
LEY MARCIAL SORPRESIVA
Yoon envió ondas de choque a través del país con un anuncio nocturno el 3 de diciembre de que impondría la ley marcial para superar el estancamiento político y erradicar las “fuerzas antiestatales”.
Sin embargo, en cuestión de horas, 190 legisladores desafiaron a los cordones de tropas y policías para votar en contra de la orden de Yoon. Cerca de seis horas después de su decreto inicial, Yoon lo retiró.
Más tarde emitió una defensa desafiante de su decisión, diciendo que los opositores políticos nacionales son simpatizantes de Corea del Norte y citando afirmaciones no corroboradas de manipulación electoral.
Dos funcionarios militares surcoreanos, incluido el jefe del ejército Park An-su, quien fue nombrado comandante de la ley marcial durante la declaración efímera del mes pasado, han sido acusados después de ser detenidos por fiscales que investigan cargos de insurrección, informó Yonhap el viernes.
Kim Yong-hyun, quien renunció como ministro de defensa de Yoon después de desempeñar un papel importante en el decreto de ley marcial, ha sido detenido y fue acusado la semana pasada de insurrección y abuso de poder.
La insurrección es uno de los pocos cargos penales de los cuales un presidente surcoreano no tiene inmunidad.
Los abogados de Yoon han dicho que la orden de arresto era ilegal e inválida porque la CIO no tenía la autoridad bajo la ley surcoreana para solicitar una orden.
Yoon ha estado aislado desde que fue destituido y suspendido del poder el 14 de diciembre.
De manera separada de la investigación penal, su caso de destitución actual se encuentra ante la Corte Constitucional para decidir si reintegrarlo o destituirlo permanentemente. Una segunda audiencia en ese caso está programada para más tarde el viernes.”