El presidente de Austria nombró a Herbert Kickl, líder destacado del ultraderechista Partido de la Libertad del país alpino, para intentar formar una coalición de gobierno, tres meses después de que el partido obtuviera la mayoría en las elecciones generales.
“El Sr. Kickl está seguro de que puede encontrar soluciones viables en el contexto de las negociaciones gubernamentales, y quiere asumir esta responsabilidad”, dijo el presidente Alexander Van der Bellen durante un discurso de cinco minutos después de reunirse con el Sr. Kickl.
El pedido del presidente inicia un proceso que podría convertir a Mr. Kickl, un agitador antiinmigrante que ha prometido hacer del país una “fortaleza”, en el primer canciller de extrema derecha de Austria a finales de este año.
¿Qué condujo a esto?
El Partido de la Libertad terminó en primer lugar en las elecciones del 29 de septiembre, con casi el 30 por ciento de los votos, pero estuvo muy lejos de obtener una mayoría. A pesar de la victoria en las urnas, inicialmente parecía que el partido, fundado por ex nazis en la década de 1950, no formaría parte del nuevo gobierno porque los partidos tradicionales se negaron a trabajar con el Sr. Kickl, a quien llamaron un peligro para la democracia.
Karl Nehammer, el canciller y líder del conservador Partido Popular Austriaco, que quedó en segundo lugar con el 26,5 por ciento, fue el primero en recibir el encargo de intentar formar un gobierno por el presidente Van der Bellen. El canciller Nehammer contactó con los Socialdemócratas de centro-izquierda y el partido neos emergente para intentar llegar a un acuerdo para una coalición de gobierno. Sin embargo, no lograron resolver sus diferencias en temas presupuestarios clave. A finales de la semana pasada, primero neos se retiró de las conversaciones y poco después los conservadores y los Socialdemócratas anunciaron que las conversaciones habían fracasado.
El sábado, el Sr. Nehammer anunció que renunciaba tanto como canciller como líder del partido. Su reemplazo elegido apresuradamente como líder del partido, Christian Stocker, luego anunció que, a pesar de las promesas hechas durante la campaña, el Partido Popular, conocido como el ÖVP, estaría abierto a conversaciones de coalición con el Partido de la Libertad.
¿Qué es el Partido de la Libertad?
El partido fue fundado poco después de la Segunda Guerra Mundial por ex miembros de las SS, la policía paramilitar nazi. El partido presenta al Sr. Kickl utilizando la palabra “Volkskanzler”, que significa canciller del pueblo en alemán, antes de discursos de campaña, lo que evoca el surgimiento del fascismo alemán y de Adolf Hitler.
Tiene un historial de denigrar a los migrantes en Austria como criminales y aprovechados del sistema de bienestar social. Bajo el lema de “Austria Fortaleza”, el Sr. Kickl ha pedido una pausa temporal en la aceptación de nuevos solicitantes de asilo y una ley que les impida convertirse en ciudadanos austriacos.
El partido también tiene vínculos cercanos con Moscú: firmó un contrato de cooperación con el partido Rusia Unida del presidente Vladimir V. Putin en 2016, y se opone a la ayuda a Ucrania para defenderse de la invasión rusa. También se ha opuesto a las sanciones contra Rusia. Citando la neutralidad constitucional del país, el partido también está en contra de que Austria se una a la OTAN.
El partido ha estado en el gobierno nacional en cinco ocasiones, pero siempre como un socio junior relativamente débil. El Sr. Kickl fue ministro del Interior desde 2017 hasta 2019, cuando un escándalo relacionado con uno de sus predecesores como líder del partido obligó al canciller conservador en ese momento a poner fin a esa coalición. El partido también ha estado en coalición a nivel estatal con los conservadores.
¿Cuáles son los posibles resultados para el gobierno de Austria?
Aunque los conservadores y el Partido de la Libertad difieren en algunos puntos clave, como sus opiniones sobre la guerra de Rusia en Ucrania, coinciden en muchos otros. Los expertos creen que será más fácil llegar a un acuerdo de coalición, que establezca el programa del gobierno, entre los dos partidos de derecha que en el intento anterior con partidos de todo el espectro político. Dichas conversaciones suelen durar semanas o incluso meses en Austria.
Desde las elecciones, el Sr. Kickl ha insistido en que debería liderar el gobierno. Dado que el Partido de la Libertad tiene la mayoría de escaños en el Parlamento de 183 escaños, 57 contra 51 de los conservadores, tiene un buen argumento para ser nombrado canciller.
Si las partes no logran encontrar terreno común, el presidente tendría que convocar nuevas elecciones, porque ninguna otra combinación de partidos podría sumar una mayoría. Una nueva votación tan pronto sería extremadamente rara para Austria.
¿Por qué es importante?
El Sr. Kickl se convertiría en el primer canciller de extrema derecha de Austria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Aunque los votantes en muchos países europeos han virado hacia la derecha, pocos líderes han sido tan críticos contra los inmigrantes y extranjeros como lo ha sido él, lo que seguramente elevará las tensiones entre los socios de Austria en la Unión Europea. (Desde que se convirtió en primer ministro de Italia en 2022, Giorgia Meloni se ha distanciado de su pasado de extrema derecha, alineándose con la corriente principal occidental en temas internacionales clave. En contraste, el primer ministro Viktor Orban de Hungría, que visitó Viena el año pasado por invitación del Partido de la Libertad, ha estado en desacuerdo con sus colegas de la Unión Europea durante años debido a sus posturas nacionalistas de extrema derecha.)
Aunque Austria solo tiene 9,1 millones de ciudadanos, su posición cerca del centro geográfico de la UE y sus relaciones comerciales, especialmente con Alemania, la mayor economía de la UE, le otorgan una importancia desmedida.
¿Cuál ha sido la reacción?
Varios cientos de personas protestaron frente al Hofburg, el palacio presidencial en el centro de Viena, mientras el Sr. Van der Bellen y el Sr. Kickl se reunían el lunes. Sostenían pancartas que advertían sobre el extremismo de derecha y coreaban “Nunca más Volkskanzler”.
Grupos musulmanes y judíos expresaron su preocupación después de las elecciones nacionales en septiembre. Oskar Deutsch, presidente de la Comunidad Judía de Viena, dijo entonces que el éxito del Partido de la Libertad se sentía “amenazante” para muchos en su comunidad.