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El número de muertos por las catastróficas inundaciones en el sur y este de España se elevó a 211, mientras un número desconocido de personas permanecían desaparecidas y el gobierno enviaba 10.000 soldados y policías más al esfuerzo de rescate.
El primer ministro español, Pedro Sánchez, dijo el sábado que las inundaciones eran casi con seguridad las peores de Europa en este siglo, al anunciar el nuevo saldo y reconocer “severas carencias” en la zona de desastre, y “municipios sepultados en barro”.
Las autoridades continuaron retirando cadáveres de pueblos cercanos a la ciudad de Valencia, con parte del esfuerzo centrado en acceder a vehículos amontonados en estacionamientos subterráneos y túneles que habían sido sumergidos en agua en cuestión de minutos.
Fernando Grande-Marlaska, el ministro del Interior, dijo el viernes por la noche: “Es imposible saber el número de personas desaparecidas y sería imprudente por mi parte dar una cifra”. Los rescatadores no han podido acceder a algunas áreas aisladas de la región de Valencia.
Las inundaciones, que fueron causadas por lluvias torrenciales el martes, son el peor desastre natural en la historia moderna de España, con un saldo de muertes que supera a las inundaciones que mataron a más de 200 personas en Alemania y Bélgica en 2021.
Los bomberos portugueses ayudan en la búsqueda de víctimas de la inundación © AFP via Getty Images
Los españoles conmocionados han estado digiriendo historias de padres e hijos arrastrados por torrentes fangosos y residentes de la tercera edad en hogares de ancianos inundados que gritaban por ayuda que nunca llegó.
En las áreas más afectadas, donde escasean los suministros de alimentos y agua limpia, algunas personas han recurrido al saqueo. El viernes la policía dijo que había arrestado a 27 personas por robar en tiendas y oficinas en el área de Valencia.
Sánchez dijo que el gobierno nacional enviaría 5.000 militares más a la zona de desastre para complementar los 3.000 que ya están allí. También duplicaría el número de policías enviados allí a 10.000, dijo.
Refiriéndose al esfuerzo de rescate, Sánchez dijo: “Sé que tenemos que hacerlo mejor, pero también sé que tenemos que hacerlo juntos, unidos”. Con el gobierno regional de Valencia a cargo de la operación, Sánchez dijo que estaba listo para responder a sus peticiones.
Los voluntarios distribuyeron agua potable en Massanassa © AFP via Getty Images
Después de que miles de voluntarios se dirigieran a las áreas afectadas el viernes para ayudar en la limpieza, el gobierno valenciano buscó restablecer el orden en los esfuerzos el sábado dirigiendo a las personas primero a un centro de arte y ciencia lejos de la zona de inundación que ha convertido en un centro neurálgico.
El desastre ha dejado a los gobiernos regional y central enfrentando preguntas profundas sobre por qué la ayuda no ha llegado antes y por qué las alertas sobre la intensa lluvia llegaron tarde y carecían de urgencia.
El grave saldo también ha resaltado la extensión de la construcción no autorizada a lo largo de los años en zonas vulnerables a las inundaciones, donde los edificios deberían haber estado estrictamente controlados.