PESHAWAR, Pakistán (AP) — Una bomba explotó cerca de un convoy de seguridad en el noroeste de Pakistán el domingo, matando a siete soldados, incluido un capitán del ejército, informó el ejército, un signo de un aumento en los ataques militantes contra las fuerzas de seguridad.
El último ataque ocurrió en Lakki Marwat, un distrito en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa que limita con Afganistán, según informó el ejército.
Nadie se atribuyó la responsabilidad, pero es probable que la sospecha recaiga en los talibanes pakistaníes, quienes tienen una fuerte presencia en la región. Los talibanes paquistaníes, conocidos como Tehrik-e-Taliban Pakistan, son un grupo separado que se ha fortalecido desde que los talibanes afganos tomaron el poder en Afganistán en 2021.
Pakistán ha sido testigo de un aumento en los ataques militantes en los últimos años, predominantemente en Khyber Pakhtunkhwa. En enero de 2023, militantes mataron al menos a 101 personas, en su mayoría policías, cuando un terrorista suicida disfrazado de policía atacó una mezquita en la ciudad del noroeste de Peshawar.
El domingo, el departamento de contraterrorismo (CTD) de la policía en Peshawar emitió un informe, diciendo que 65 funcionarios de policía murieron y otros 86 resultaron heridos en 237 incidentes de terrorismo en la provincia en los últimos cinco meses.
Dijo que la policía ha matado a 117 militantes y arrestado a 299 en una serie de operaciones.
La mayoría de los ataques contra las fuerzas de seguridad han sido reivindicados por militantes islámicos este año.
Las autoridades pakistaníes suelen decir que los gobernantes talibanes de Afganistán están dando refugio a los combatientes de TTP al otro lado de la frontera inquieta. El gobierno talibán afgano insiste en que no permite que nadie use el suelo afgano para cometer violencia en ningún país.
TTP también ha dicho que no está utilizando suelo afgano para atacar a las tropas en Pakistán.