Estados Unidos ha liderado una importante ola de ataques retaliatorios en Medio Oriente, golpeando decenas de objetivos pertenecientes a grupos armados respaldados por Irán desde el viernes. Los ataques representan una escalada significativa de hostilidades en la región, algo que el presidente Biden había tratado de evitar desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en Gaza en octubre.
Así es como se han desarrollado los últimos ataques.
28 de enero: Tres miembros del servicio estadounidense murieron y docenas resultaron heridos en un ataque con drones a su puesto militar remoto en Jordania, según el Pentágono. Fueron las primeras bajas militares estadounidenses conocidas por fuego hostil en Medio Oriente desde octubre, cuando las tensiones regionales aumentaron con el inicio de la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.
La administración Biden dijo que el dron fue lanzado por una milicia respaldada por Irán desde Iraq, y el Sr. Biden se comprometió a responder. Los EE. UU. han culpado a grupos armados respaldados por Irán de lanzar más de 150 ataques desde octubre contra tropas estadounidenses estacionadas en Medio Oriente.
30 de enero: El Sr. Biden dijo que había decidido responder al ataque en Jordania, pero no dijo cuál sería. Algunos legisladores republicanos pidieron un ataque directo contra Irán, pero los asesores del Sr. Biden dijeron que estaba decidido a evitar un conflicto regional más amplio.
Viernes: Estados Unidos llevó a cabo ataques aéreos en más de 85 objetivos en Siria e Iraq, apuntando a fuerzas respaldadas por Irán, incluido el grupo al que se responsabilizó del ataque en Jordania. El Pentágono dijo que los ataques tenían como objetivo operaciones de comando y control, centros de inteligencia, instalaciones de armas y búnkers utilizados por la Fuerza Quds del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y grupos milicianos afiliados.
Después, los funcionarios estadounidenses dijeron que el Sr. Biden no había considerado seriamente atacar dentro de Irán, y que al dirigirse a las instalaciones utilizadas por la poderosa Fuerza Quds, sin tratar de eliminar su liderazgo, Estados Unidos buscaba señalar que no quería una guerra total.
Sábado: Aviones de guerra estadounidenses y británicos, con el apoyo de seis aliados, lanzaron ataques a docenas de sitios en Yemen controlados por los militantes hutíes. Un comunicado conjunto de los aliados dijo que los objetivos incluyeron instalaciones de almacenamiento de armas, lanzadores de misiles, sistemas de defensa aérea y radares, y que los ataques tenían la intención de disuadir los ataques de los hutíes contra el envío en el Mar Rojo.
Domingo: Poco después de que los hutíes dijeran que responderían a los ataques de Estados Unidos y Gran Bretaña, las fuerzas estadounidenses dijeron que habían llevado a cabo otro ataque contra el grupo, destruyendo un misil de crucero que representaba “una amenaza inminente para los buques de guerra y los buques mercantes de la armada de EE. UU. en la región”.