Hace 1 hora
Por Linnete Bahati Amimo, Samuel Lando y Mamadou Faye, BBC Monitoring y BBC Afrique
El líder de la junta, el Capitán Ibrahim Traoré, ha mantenido un perfil bajo desde el ataque a la base del ejército.
Un ataque que según se informa mató a más de 100 soldados en una base del ejército en Burkina Faso se ha convertido en especulaciones sobre la inestabilidad en las fuerzas de seguridad, en un país donde los militares han estado en el poder desde 2022.
El líder de la junta militar ha aparecido en la televisión estatal en un intento de desmentir los rumores.
Burkina Faso ha estado luchando contra insurgentes islamistas durante varios años y aproximadamente la mitad del país está fuera del control del gobierno.
El grupo yihadista Jamaat Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM) ha dicho que estuvo detrás del ataque del martes pasado en la localidad norteña de Mansila.
Al día siguiente, hubo una explosión cerca de la sede de la televisión estatal.
¿Qué pasó en Mansila?
Según varios informes, hombres armados atacaron la base militar, ubicada cerca de la frontera con Níger, el 11 de junio.
Se informa que alrededor de 100 soldados fueron asesinados y muchos otros están desaparecidos, añadiendo que varios cientos de civiles huyeron de Mansila a pueblos vecinos en busca de seguridad.
Cinco días después del ataque, JNIM, un afiliado de Al-Qaeda, dijo que estaba detrás del ataque y que decenas de soldados murieron.
El grupo compartió un video mostrando una gran cantidad de armas y municiones que supuestamente fueron capturadas durante el asalto.
También hay videos de combatientes de JNIM montando motocicletas y disparando sin cesar en un pueblo remoto de edificaciones de adobe.
La BBC no ha podido verificar el video.
Las fuerzas armadas han bloqueado Mansila desde entonces y no es posible entrar en la ciudad sin un convoy militar.
Comentando por primera vez desde el ataque, el Capitán Ibrahim Traoré dijo que el ejército había lanzado una operación después del ataque y enviado tropas de refuerzo.
Pero no abordó la afirmación de JNIM de que llevó a cabo el ataque.
¿Qué pasa con la explosión en el radiodifusor estatal?
Un día después del ataque en Mansila, un cohete impactó en el área de estacionamiento de la televisión estatal Radiotelevisión Burkinabé (RTB) en la capital, Uagadugú.
En su página de Facebook, RTB describió el evento como un “incidente de disparos” que resultó en “dos heridos leves, atendidos rápidamente por el servicio de salud presidencial”.
¿Fue el incidente de RTB parte de un motín?
Incluso antes de los ataques en Mansila y RTB, ya había especulaciones sobre tensiones internas dentro del ejército.
Junto con el público, los soldados habían expresado frustración por la falta de acción del gobierno para contener la crisis de seguridad después de una serie de ataques de alto perfil.
Al igual que sus contrapartes en Malí y Níger, la junta de Burkina Faso llegó al poder prometiendo poner fin a la insurgencia yihadista.
Pero la inseguridad en Burkina Faso ha aumentado drásticamente desde que el ejército tomó el poder en 2022, expulsando a las tropas francesas, diciendo que no habían hecho lo suficiente para combatir a los grupos yihadistas vinculados a Al-Qaeda y al Estado Islámico. Mientras tanto, la junta ha fortalecido los lazos militares con Rusia.
Fuentes militares dijeron al radiodifusor francés RFI que el ataque del 12 de junio a la televisión estatal estaba relacionado con la “situación interna” del ejército y que “las cosas no están bien”.
Jeune Afrique, otro medio francés, informó que el cohete fue disparado desde el cercano palacio presidencial por individuos no identificados mientras el líder militar, el Capitán Ibrahim Traoré, presidía una reunión de gabinete. Como resultado, la seguridad de Traoré tuvo que “exfiltrarlo”, según Jeune Afrique.
Pero Traoré negó los informes de motín dentro del ejército.
“No es el caso en absoluto. Estamos aquí”, dijo, en un discurso desde afuera de la oficina de RTB el jueves.
Claimó que un cohete fue lanzado al patio de RTB por error por aquellos que estaban protegiendo la estación de televisión. Dijo que nadie murió aunque algunas personas resultaron heridas.
Los medios locales en Burkina Faso han minimizado el incidente de RTB y el ataque de Mansila, quizás por temor a una represión.
La junta ha suspendido varios medios de comunicación locales e internacionales acusados de parcialidad en su cobertura de operaciones militares, ataques y presuntos abusos de derechos humanos por parte de las fuerzas de seguridad.
¿Por qué las autoridades han guardado silencio sobre los ataques?
La primera aparición pública del líder de la junta desde los ataques fue para una campaña de donación de sangre.
Los grandes retrocesos militares o los fracasos de seguridad son temas sensibles en Burkina Faso.
Los predecesores de Traoré, el teniente coronel Paul-Henri Damiba y Roch Marc Kabore, fueron destituidos en septiembre y enero de 2022, respectivamente, por no abordar eficazmente los ataques militantes.
Traoré ha expresado repetidamente su determinación de erradicar a los militantes desde que asumió el poder. Bajo su supervisión, el ejército lanzó varias operaciones contra el terrorismo en las áreas más volátiles, utilizando armas modernas de Rusia, Turquía y China.
Sin embargo, la situación de seguridad ha seguido deteriorándose, exponiendo al líder de la junta a las mismas críticas que alguna vez dirigió contra sus predecesores.
Traoré ha mantenido en gran medida un perfil bajo desde el ataque en Mansila.
Le llevó tres días hacer su primera aparición pública. RTB transmitió imágenes de él donando sangre como parte de una campaña de donación.
Durante el festival musulmán de Eid al-Adha el 16 de junio, se leyó un comunicado del líder de la junta en RTB. Incluso esto mostró cautela por parte de Traoré, quien suele aparecer en vivo en RTB en tales ocasiones.
Desde entonces ha aparecido en la televisión nacional.
Aunque las autoridades no han hablado específicamente sobre los ataques, han negado los informes de descontento militar.
“Desde hace algún tiempo, los rumores en las redes sociales han estado informando sobre los altibajos y los motines en ciertos cuarteles militares.
“Esta información infundada y engañosa es obra de individuos malintencionados y pequeños grupos, con intenciones nefastas,” dice un comunicado de prensa militar publicado el martes.
“Estas alegaciones buscan sembrar dudas, crear psicosis en la opinión pública, y desmoralizar a las tropas fuertemente comprometidas en la lucha por la liberación de nuestro pueblo.”
¿Cómo reaccionó el público?
En una rara crítica abierta, algunos usuarios de redes sociales en el país acusaron a Traoré y a su gobierno de no abordar la crisis de seguridad, a pesar de adquirir equipos militares modernos.
“El cobarde Ibrahim Capt Traoré se está escondiendo,” dijo Sagnon, una página de Facebook con 11,000 seguidores, expresando además su sorpresa ante la magnitud del ataque de los militantes.
“Mansila, el dolor es muy profundo. Lo menos que se puede hacer es comunicarse, necesitamos saber qué pasó,” dijo Idrissa Badini, un bloguero con 7,100 seguidores en Facebook.
Otro usuario de Facebook, Henry Sebgo, dijo que la falta de reacción mostraba la “falta de compasión” de los gobernantes militares.
Otros defendieron a la junta y acusaron a “fuerzas envidiosas” de trabajar para desestabilizar Burkina Faso y la Alianza de los Estados del Sahel – que también incluye a Malí y Níger.
El Senador Kletus Official, otra página de Facebook popular, alegó que “enemigos de la Alianza de los Estados del Sahel” estaban detrás del ataque con cohetes a RTB.
¿Cuál es la última situación con Rusia?
Los dos ataques ocurrieron aproximadamente una semana después de que el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, visitara Burkina Faso y anunciara planes de enviar más instructores militares al país.
Habiendo cultivado relaciones muy estrechas con Burkina Faso y otros países del Sahel en los últimos años, Rusia ya está tomando medidas para garantizar que la administración de Traoré permanezca estable.
Según informes, más mercenarios rusos fueron llevados recientemente de Mali para “proteger” al líder burkinabé en el período posterior al ataque.
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