El Dr. Mustafa Ali Abdulrahman Ibo y sus colegas valientemente realizan cirugías bajo un bombardeo creciente en el último hospital restante en el-Fasher, una ciudad que ha estado bajo asedio durante los últimos nueve meses en la región occidental de Darfur en Sudán.
Durante el último mes, el hospital ha registrado 28 muertes y más de 50 heridas entre su personal y pacientes debido a bombardeos intensos. Este es el mayor número de víctimas registrado en un mes desde que comenzó el asedio.
“Los recientes ataques continuos dirigidos al Hospital Saudí se han intensificado dramáticamente, se han convertido en parte de nuestra vida diaria”, dijo el Dr. Ibo, un darfurí que ha vivido en el-Fasher desde 2011, a la BBC.
Dijo que el día más aterrador fue cuando un equipo de médicos estaba realizando una cesárea de emergencia cuando comenzaron los bombardeos, una experiencia casi mortal para todos.
“El primero golpeó la pared perimetral del hospital… [entonces] otro proyectil golpeó la sala de operaciones de maternidad, los escombros dañaron el generador eléctrico, cortando la energía y sumiéndonos en la oscuridad” dijo.
El equipo quirúrgico no tuvo otra opción que utilizar las linternas de sus teléfonos para terminar la operación de dos horas.
Parte del edificio se había derrumbado y la habitación estaba llena de polvo con metralla esparcida por todas partes.
El Dr. Khatab Mohammed, quien había estado liderando la cirugía, describió los peligros.
“La situación era grave, el entorno ya no era estéril”, dijo el médico de 29 años a la BBC.
“Después de asegurar nuestra seguridad y la seguridad del paciente de la metralla, la limpiamos y cambiarnos nuestros batas quirúrgicas ya que nuestras ropas estaban llenas de polvo y continuamos la cirugía” dijo, agregando que la paciente podría haber muerto por complicaciones.
Después de haber entregado con éxito al bebé, los médicos trasladaron a la madre y al recién nacido a otra habitación para recuperarse y luego se reunieron para tomar una foto en grupo.
Fue un testimonio de su sobrevivencia, pero el Dr. Mohammed agregó: “Pensé que podría ser nuestra última foto, creyendo que otro proyectil golpearía el mismo lugar y todos moriríamos”.
Continuaron realizando dos operaciones de emergencia más ese día.