Un comerciante de criptomonedas ucraniano acaba de convertirse en la última víctima de un robo violento en Tailandia, donde perdió 250,000 USDT en lo que los oficiales de la ley describen como una rápida clase en aumento de crímenes relacionados con criptodivisas que abarcan tanto el mundo digital como físico.
El incidente ocurrió cuando la víctima, el Sr. Leibov, fue a una habitación de hotel que pensaba que su amigo había estado ocupando. Lo que parecía ser una reunión amistosa se tornó amarga cuando atacantes enmascarados lo emboscaron en el baño, atándolo con cuerdas y bridas. Los agresores lo amenazaron con herramientas como un martillo y un cuchillo y lo obligaron a transferir criptomonedas de su billetera digital por un valor de más de 8.5 millones de baht (más de $244,000).
Dentro de días del robo, las autoridades tailandesas arrestaron a cuatro sospechosos en una muestra de rápida justicia. La policía investigadora descubrió que uno de los individuos arrestados era un cliente habitual de criptomonedas de Leibov, lo que indica que el ataque fue premeditado basándose en conocimiento interno de sus activos digitales.
Este incidente ocurre en un momento en que los crímenes de diferentes naturalezas relacionados con criptomonedas han aumentado. Según la Comisión Federal de Comercio, las víctimas perdieron alrededor de $65 millones en esquemas de cajeros automáticos de Bitcoin durante la primera mitad de 2024. También existen sofisticadas amenazas cibernéticas dirigidas a usuarios con criptomonedas, algunas incluyen el “malware Clipper”, que cambia las direcciones de billetera durante transacciones.
La industria de criptomonedas es cada vez más blanco de criminales convencionales y organizaciones cibernéticas sofisticadas. La más notable de estas es el grupo Lazarus de Corea del Norte, que al parecer ha expandido sus operaciones para atacar a empresas de criptomonedas a través de elaboradas campañas de phishing.