Arriesgando la muerte para contrabandear alcohol más allá de los islamistas somalíes.

El contrabandista de alcohol Guled Diriye está agotado. Él acaba de regresar de su viaje transportando mercancía ilegal desde la frontera etíope. El hombre de 29 años se desploma en su silla dentro de una villa de estilo colonial desgastada por años de lucha en la capital de Somalia, Mogadishu, una ciudad que una vez fue conocida como la Perla del Océano Índico. Sus sandalias están cubiertas de un polvo naranja potente – el residuo del desierto. Los ojos oscuros de Mr. Diriye caen. Las bolsas debajo hablan de noches sin dormir, horas de tensión atravesando las peligrosas carreteras y negociando controles con hombres armados. También está el recuerdo inquietante de un colega contrabandista que fue asesinado. “En este país, todos están luchando y buscando una salida. Y encontré la mía haciendo viajes regulares por carretera desde la frontera etíope hasta Mogadishu,” dice, explicando que el contrabando era un medio para mantener a su familia en una situación económica difícil. El uso y la distribución de alcohol es ilegal. Las leyes de Somalia deben cumplir con la Sharia (ley islámica), que prohíbe el alcohol, pero no ha detenido una creciente demanda, especialmente entre los jóvenes en muchas partes del país. El vecino de Mr. Diriye, Abshir, sabiendo que había pasado por tiempos difíciles como conductor de minibús, lo introdujo en el mundo precario del contrabando de alcohol. Los rickshaws comenzaron a dominar la ciudad, expulsando a los conductores de minibús del negocio. Ambos eran amigos de la infancia que habían vivido juntos en el mismo campamento en 2009 durante el apogeo de la insurgencia en Mogadishu – él era alguien en quien podía confiar. “Comencé a recoger cajas de alcohol en puntos de entrega designados en Mogadishu en su nombre y maniobrando a través de la ciudad y descargándolas en ubicaciones designadas. Al principio no me di cuenta, pero esta fue mi introducción al contrabando.” Su participación se multiplicó y Mr. Diriye pronto se encontró…
-Redundant apostrophe in “Minibus drivers out of business.”
-Incomplete apostrophe in “A city that once known as the Pearl of the Indian Ocean.”
-Incomplete phrase “And I found by making regular trips” instead of “And I found my way by making regular trips.”

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