Söder dijo que fue un terrible día y pidió una pausa: “Lamentamos la pérdida de un pequeño, inocente niño.”
La policía dijo que estaban investigando un motivo y el trasfondo del ataque seguía sin estar claro. Se dijo que el sospechoso estaba alojado en un centro para solicitantes de asilo.
El canciller Olaf Scholz, quien estaba de visita en Francia, condenó un “increíble acto de terror”. Publicó en redes sociales que estaba cansado de ver “tales actos de violencia cada pocas semanas” y urgía a las autoridades a averiguar por qué el sospechoso aún estaba en Alemania.
El gobierno alemán ha enfrentado una creciente presión para tomar medidas más duras sobre la inmigración después de una serie de ataques fatales, y con elecciones federales programadas para el 23 de febrero, el partido antiinmigración y de extrema derecha AfD está en segundo lugar en las encuestas.
Cinco personas murieron cuando un hombre embistió su auto contra una multitud en el mercado navideño de Magdeburg en diciembre. Un médico saudita ha sido acusado del ataque.
En agosto, tres personas fueron apuñaladas fatalmente en la ciudad de Solingen. El sospechoso era un ciudadano sirio que enfrentaba la deportación después de una solicitud de asilo fallida.
Ese ataque llevó al gobierno alemán a ampliar los controles en las fronteras y a endurecer los controles sobre cuchillos, y avivó un intenso debate sobre las normas de asilo que ha continuado en la carrera hacia las elecciones del próximo mes.
La conservadora Unión Demócrata Cristiana (CDU) actualmente lidera las encuestas y el Partido Socialdemócrata de centro-izquierda de Olaf Scholz (SDP) está en tercer lugar.
Las elecciones se convocaron después de que la coalición de tres partidos de Scholz colapsara en noviembre.
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