Andrew y Tristan Tate tienen libertad para salir de Rumania pero no de la UE

El influencer controvertido Andrew Tate y su hermano Tristan tienen permiso para salir de Rumania pero no de la UE, así lo ha decidido un tribunal de Bucarest.

Anteriormente les habían prohibido salir del país donde esperan juicio, acusados de tráfico de personas, violación y formación de una banda criminal para explotar sexualmente a mujeres. Niegan todas las acusaciones en su contra.

La decisión de permitir la libertad de movimiento en la UE no es definitiva y puede ser apelada.

Los hermanos dijeron que el fallo representaba una “victoria significativa y un gran avance” en su caso en curso.

El abogado de los hermanos, Eugene Vidineac, calificó la sentencia como “un reflejo del comportamiento ejemplar y la ayuda de mis clientes.

“Andrew y Tristan siguen decididos a limpiar su nombre y reputación; sin embargo, están agradecidos a los tribunales por depositar su confianza en ellos.”

Los hermanos Tate, ex luchadores de kickboxing que tienen la doble nacionalidad británica y estadounidense, son acusados de explotar mujeres a través de un negocio de contenido para adultos, que los fiscales alegan que operaba como un grupo criminal.

También se mencionaron dos asociadas femeninas rumanas junto a los hermanos en una acusación publicada en junio del año pasado, y se identificaron siete presuntas víctimas.

Andrew Tate se autodenomina misógino y anteriormente fue prohibido en plataformas de redes sociales por expresar puntos de vista misóginos.

Ha afirmado repetidamente que los fiscales rumanos no tienen pruebas en su contra y que hay una conspiración para silenciarlo.

Las personalidades de internet también son buscadas en el Reino Unido por presuntos delitos sexuales cometidos allí.

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Los hermanos han tenido restricciones en su movimiento durante los últimos dos años.

Permanecieron en custodia policial durante la investigación criminal desde finales de diciembre de 2022 hasta abril de 2023, antes de ser puestos en arresto domiciliario hasta agosto, cuando los tribunales los pusieron bajo control judicial.