Donald Trump, que regresó al poder en medio de la insatisfacción de los votantes con el status quo, prometió una nueva “edad dorada” para América en su discurso inaugural. La arenga fue una mezcla de promesas – y contradicciones – que subrayaron algunas de las oportunidades y desafíos que enfrentará el nuevo presidente en su segundo mandato. El prestó particular atención a la inmigración y la economía – temas que las encuestas sugieren que a los votantes estadounidenses les importaban más el año pasado. También prometió terminar con los programas de diversidad promovidos por el gobierno y señaló que la política oficial de los Estados Unidos solo reconocería dos géneros, masculino y femenino. Esa última línea generó una respuesta entusiasta en el Capitolio y vítores salvajes de su multitud de seguidores reunidos en un cercano estadio deportivo. Es una señal de que los problemas culturales – donde hizo los contrastes más vívidos con los demócratas en las elecciones del año pasado – seguirán siendo una de las formas más poderosas en que el nuevo presidente Trump conecta con su base. Antes de describir en qué consistiría esta nueva era, sin embargo, Trump pintó un cuadro sombrío del clima político actual en América. Mientras su predecesor, Joe Biden, y otros demócratas permanecían impasibles a un lado, Trump dijo que el gobierno enfrenta una “crisis de confianza”. Condenó la “viciosa, violenta e injusta politización” del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, que lo había investigado e intentado procesar por impugnar los resultados de las elecciones de 2020. Afirmó tener un mandato para revertir “horribles traiciones” y arremetió contra un “establecimiento radical y corrupto” que, según él, extraía poder y riqueza de los ciudadanos estadounidenses. Fue el tipo de retórica populista y anti-élite que ha sido el sello distintivo de los discursos de Trump durante una década. A diferencia de cuando Trump comenzó su ascenso a las cumbres del poder político en los Estados Unidos en 2015, sin embargo, Trump representa al establishment emergente actual tanto como cualquier otro hombre. Y detrás de él en la plataforma había una colección de algunos de los líderes corporativos más ricos e influyentes del mundo.