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Mike Johnson se enfrenta a una votación reñida para mantener su puesto como Presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU., mientras los principales republicanos tratan de evitar un comienzo caótico en la segunda era de Donald Trump en Washington.
La Cámara baja del Congreso abrirá sus puertas al mediodía del viernes, con la primera tarea de elegir un nuevo Presidente.
Aunque Johnson, el legislador de Luisiana que reemplazó a Kevin McCarthy después de su destitución en octubre de 2023, sigue siendo el favorito y cuenta con el respaldo de Donald Trump, los republicanos tienen una mayoría de solo 219 a 215 miembros, por lo que necesitará un apoyo casi unánime para ser reelegido.
Thomas Massie, un legislador de Kentucky, ha prometido oponerse a la reelección de Johnson, por lo que una deserción más de las filas republicanas podría poner en peligro su posición, suponiendo que todos los demócratas también voten en su contra.
“Buena suerte hoy para el Presidente Mike Johnson, un hombre excelente de gran capacidad, que está muy cerca de tener un apoyo del 100%”, publicó Trump en su plataforma Truth Social el viernes.
“Una victoria para Mike hoy será una gran victoria para el Partido Republicano.”
La votación es crucial a corto plazo porque la Cámara necesitará tener un Presidente en su lugar para certificar la victoria de Trump en las elecciones presidenciales de 2024 el lunes, abriendo camino para su inauguración el 20 de enero.
A largo plazo, los problemas de Johnson para mantener la presidencia podrían ser una mala señal para la capacidad de Trump de aprobar su agenda a través de la Cámara, ya que mostraría que algunos republicanos están dispuestos a desafiar sus deseos y desafiar la disciplina partidista.
Si Johnson no es elegido en la primera votación el viernes, el proceso podría prolongarse durante múltiples rondas, como ocurrió a principios de 2023 cuando McCarthy fue elegido Presidente después de 15 votos y negociaciones dramáticas con los disidentes dentro de su partido.
Johnson se reunió el jueves con un grupo de republicanos que han dicho que están indecisos sobre si apoyarlo como Presidente —y expresó confianza en que los convencerá. “Creo que mañana saldrá bien”, dijo.
Ningún otro republicano además de Massie ha dicho que votaría en su contra. Pero docenas de conservadores de base se enfurecieron antes de las vacaciones de Navidad cuando Johnson propuso un acuerdo de financiamiento gubernamental que requería un compromiso con los demócratas para garantizar su aprobación.
Sin embargo, Johnson ha permanecido muy cerca de Trump y su círculo interno en las últimas semanas, coordinando planes para pasar rápidamente sus principales prioridades a través del Congreso, lo que hará difícil que cualquier republicano se una a Massie y bloquee a Johnson.
No ha surgido ningún otro candidato como posible rival de Johnson para la presidencia, pero el descontento republicano está concentrado dentro del Caucus de la Libertad de la Cámara, que incluye a los conservadores más fervientes. Incluso si Johnson sobrevive a la votación para la presidencia, se espera que los miembros del Caucus de la Libertad de la Cámara sigan siendo una espina en su lado mientras intenta aprobar legislación respaldada por Trump.
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