Alemania y Francia han expresado su “profunda preocupación” por la situación en Georgia. En una declaración publicada el domingo, los dos países dijeron que tomaron nota con profundo pesar de la decisión del gobierno y el partido gobernante de Georgia de desviarse del camino europeo. El fondo de esto es la adopción de una ley controvertida que restringe la influencia extranjera en la sociedad civil en Georgia. Georgia tiene el estatus de país candidato de la UE desde finales del año pasado. La declaración franco-alemana dice: “Nuestros dos países siempre han estado a favor del camino europeo de Georgia y apoyaron activamente la decisión del Consejo Europeo de diciembre de 2023 de otorgar el estatus de candidato”. En relación con la ley controvertida, afirma que el gobierno y el partido gobernante de Georgia están actuando en contra de los valores europeos comunes y las aspiraciones del pueblo georgiano. “El camino europeo de Georgia ha sido trazado, pero es Georgia quien decide cuán rápido y en qué dirección avanza”, dijo la declaración. La presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, vetó la ley aprobada por el parlamento. La presidenta, considerada proeuropea, describió la ley el sábado como “rusa en su esencia y espíritu”. Sin embargo, su veto puede ser anulado por el parlamento. La ley sobre la restricción de la influencia extranjera en la sociedad civil en Georgia fue aprobada por el parlamento en Tbilisi en su tercera lectura a principios de la semana pasada, a pesar de semanas de protestas masivas por decenas de miles de personas en Tbilisi. La ley tiene como objetivo limitar la influencia extranjera en las organizaciones no gubernamentales (ONG). Se reforzará la rendición de cuentas para las organizaciones de ayuda y los medios independientes que reciban más del 20% de sus fondos del extranjero.