El Canciller Olaf Scholz desea continuar la participación de Alemania en los estados de África Occidental de la región del Sahel, que están gobernados por militares tras golpes de estado.
Ante la amenaza terrorista, es importante estabilizar Mali y sus vecinos incluso después de la retirada de las Fuerzas Armadas alemanas, o Bundeswehr, y el fin de la misión de la ONU en Mali.
“Por esta razón, no podemos ni queremos dar la espalda a esta región”, dijo el jueves en Berlín en el discurso de despedida en honor al despliegue de la Bundeswehr en Mali. “Esto incluye el diálogo con los gobiernos de la región, aunque este diálogo sea difícil”.
Mali y sus estados vecinos Burkina Faso y Níger están gobernados por militares tras golpes de estado y se están acercando cada vez más a Rusia. Los 12.000 cascos azules de la ONU tuvieron que abandonar Mali a finales del año pasado.
Scholz rindió homenaje a los aproximadamente 20.000 pacificadores alemanes que sirvieron en Mali durante la misión de 10 años de Bundeswehr. Les agradeció por su servicio y compromiso.
Aseguró que las misiones de estabilización seguirán siendo una tarea para la Bundeswehr.
La Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA) marcó el fin del segundo despliegue importante de la Bundeswehr fuera de Europa después de su retirada de Afganistán. Se consideraba uno de los más peligrosos.
Más de 200 soldados llamados Cascos Azules perdieron la vida durante la misión. Entre ellos se encontraban dos pilotos alemanes. Además, un total de 12 soldados alemanes resultaron heridos en un ataque suicida en 2021. “No lo olvidaremos”, dijo Scholz.
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La misión de paz de la ONU no logró lo que se propuso, dijo el Ministro de Defensa Boris Pistorius. “Pero eso no fue culpa nuestra”.
Aunque el equilibrio político sigue siendo mixto, elogió el despliegue de los soldados y personal civil de la Bundeswehr.
El norte de Mali fue ocupado por grupos rebeldes separatistas y milicias islamistas en 2012. La zona fue recapturada por soldados bajo el liderazgo de la antigua potencia colonial, Francia.
En 2013, se lanzó MINUSMA para crear estabilidad e imponer un acuerdo de paz entre el gobierno y los rebeldes. En 2021, la junta militar actual tomó el poder y dio la espalda a Francia mientras ampliaba la cooperación con Rusia.
La retirada de Alemania se prolongó durante meses y se vio complicada por un golpe de estado militar en el vecino Níger, que anteriormente era considerado el último socio democrático en la región del Sahel.
La Bundeswehr mantiene también una base de transporte aéreo allí, cuyo futuro es incierto.