La publicación en redes sociales simplemente enlazaba a un informe de Human Rights Watch, pero era crítica con Israel y venía de una periodista libanesa australiana que algunos críticos consideraban parcial.
Antoinette Lattouf, una figura conocida en los medios australianos, estaba en un contrato breve con el principal radiodifusor público del país cuando publicó un story en Instagram con el título: “HRW informa de que el hambre se usa como arma de guerra”.
Al día siguiente, mientras los abogados pro-Israel continuaban una campaña privada para que la despidieran, algo que había comenzado antes de que tomara el trabajo, la Sra. Lattouf recibió la noticia por parte de los directivos de Australian Broadcasting Corporation de que su cambio de presentadora de radio concluiría anticipadamente.
La disputa sobre si eso fue justificado, ahora enredada en luchas legales, ha sumido a una de las instituciones más confiables de Australia en problemas y, el lunes, se tradujo en una rara “moción de no confianza” en su editor jefe. Se ha convertido en otro ejemplo de cómo el intenso debate sobre el conflicto entre Israel y Hamás está revelando profundas divisiones de identidad y opiniones en diferentes partes del mundo.
REDACTED