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El emblema del Servicio Secreto de los Estados Unidos está representado en una pared de la sede del Servicio Secreto en Washington
Kevin Lamarque | Reuters
El Servicio Secreto de los Estados Unidos está investigando acusaciones de que uno de sus agentes agredió sexualmente a una miembro del personal de la campaña presidencial de la vicepresidenta Kamala Harris, confirmó la agencia el miércoles.
El agente presuntamente se sobrepasó con la mujer y la tocó indebidamente en su habitación de hotel después de comer y beber alcohol con ella y varios otros miembros del personal de la campaña de Harris en un restaurante en Green Bay, Wisconsin, durante una visita la semana pasada para investigar posibles paradas de campaña para la vicepresidenta, informó Real Clear Politics.
Cuando se le preguntó sobre ese informe, un portavoz del Servicio Secreto le dijo a CNBC: “La Oficina de Responsabilidad Profesional del Servicio Secreto de los Estados Unidos está investigando una acusación de mala conducta que involucra a un empleado”.
“El Servicio Secreto exige a su personal los más altos estándares”, dijo el portavoz en un correo electrónico. “El empleado ha sido puesto en licencia administrativa pendiente del resultado de la investigación”.
La oficina de Harris, en un comunicado sobre el informe, le dijo a NBC News: “La Oficina de la Vicepresidenta se toma en serio la seguridad del personal”.
“No toleramos el comportamiento sexual inapropiado. Altos funcionarios de la OVP fueron alertados por el USSS sobre un incidente que involucró a un agente e informaron que el USSS inició una investigación”, dijo la oficina de Harris. “La Oficina de la Vicepresidenta no publicará más información”.
Real Clear Politics informó que las acciones del agente hacia la miembro del equipo de la campaña de Harris “aparentemente fueron presenciadas por otras personas presentes”.
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El incidente se produce mientras el Servicio Secreto continúa enfrentando duras críticas por el intento de asesinato del entonces candidato presidencial republicano Donald Trump el 13 de julio durante un mitin de campaña en el oeste de Pensilvania.
Trump fue rozado por una bala, una persona que asistía al mitin fue asesinada y otros dos hombres resultaron heridos cuando un tirador que logró subir a un techo con vista al sitio del mitin disparó contra el ex presidente antes de que el tirador fuera abatido por un francotirador del Servicio Secreto.
El miércoles, un informe emitido por el Comité de Seguridad Nacional del Senado y su Subcomité Permanente de Investigaciones encontró que los roles y responsabilidades del personal de avanzada del Servicio Secreto para el mitin de Trump “eran poco claros y carecían de responsabilidad”, y el Servicio Secreto “no logró coordinar suficientemente con la policía estatal y local”.
El informe también encontró que el personal del Servicio Secreto que fue interrogado por el personal del comité para el informe “se desvió de la culpa” por el intento de asesinato de Trump.
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