En la historia política británica, solo cuatro primeros ministros laboristas han ganado elecciones generales directas: Clement Attlee, Harold Wilson, Tony Blair y ahora Sir Keir Starmer. Solo el Sr. Blair y el Sr. Starmer siguen vivos.
Tony Blair dice “por supuesto” que habla frecuentemente con su sucesor. Contradiciendo un informe que dice que ha estado enviando mensajes de texto al Sr. Starmer aconsejando sobre la transición al gobierno, el Sr. Blair insiste en que solo discuten las cosas y que no ofrece consejos directamente.
Puede decir eso de nuevo. En su nuevo manual de 328 páginas Sobre el Liderazgo, el ex primer ministro escribe: “Un líder necesita generar optimismo. Nadie quiere subirse a un avión con un piloto deprimido. Quieres que la persona a cargo parezca tener algo por lo que vivir. Necesitan irradiar confianza, no ansiedad.”
El primer ministro actual ciertamente no está escuchando eso, con su discurso de ánimo “las cosas solo pueden empeorar…” al país.
El epílogo “…antes de mejorar” de ese mensaje aún no ha sido elaborado por el nuevo gobierno. El optimismo de Mr. Starmer para el futuro parece no ir más allá de revertir los daños supuestamente causados por los conservadores.
Inevitablemente se harán comparaciones entre las nuevas observaciones del último primer ministro laborista y los primeros pasos de la nueva administración laborista.
La reaparición de Mr. Blair en el debate público es hasta ahora el paso más significativo en su intento de rehabilitación política.
‘Agradecería haberme quedado si pudiera’
Respaldando su libro, subtitulado Lecciones para el Siglo XXI, con eventos públicos y entrevistas en medios destacados. A los 71 años, todavía es vigoroso y está listo para compartir sus pensamientos en la conversación nacional.
Mr. Blair admite “Agradecería haberme quedado si pudiera” y que “nada me hace desear estar de vuelta en el gobierno más que la revolución tecnológica del siglo XXI”.
Sin embargo, a pesar del incesante bagaje intelectual del ex primer ministro, Mr. Starmer no necesita temer un desafío directo a su autoridad. Blair es explícito en que no está pujando por volver al cargo.
Dice que simplemente ofrece reflexiones sobre el poder, extraídas de su década en el número 10 y los 18 años desde entonces asesorando a “Líderes” – siempre usa una ‘L’ mayúscula – alrededor del mundo. Ya sea que la gente esté de acuerdo con él o no, eso es un ejercicio útil.