Durante su última campaña presidencial, el Presidente Trump presumió de obligar a México a desplegar 28,000 tropas en sus fronteras durante su primer mandato para evitar aranceles. Esta semana, el señor Trump y México negociaron otro acuerdo para enviar 10,000 miembros adicionales de la Guardia Nacional mexicana a la frontera para detener el flujo de migrantes y drogas, un compromiso para una vez más evitar los aranceles de EE. UU. El señor Trump ha celebrado el acuerdo como una victoria para Estados Unidos. Sin embargo, los analistas y ex diplomáticos que gestionaron el primer despliegue de tropas en 2019 dudan de que soldados adicionales tengan mucho efecto en frenar el movimiento de migrantes o drogas, especialmente el fentanilo. En cambio, dicen que el despliegue acordado por la Presidenta Claudia Sheinbaum de México puede estar satisfaciendo la afinidad del señor Trump por hacer tratos en lugar de ser parte de una campaña militar bien pensada. “Es mucho shock y asombro, pero muy poca política”, dijo Arturo Sarukhán, embajador de México en Washington durante el mandato del Presidente Felipe Calderón de 2006 a 2012, una administración que persiguió agresivamente a los cárteles dentro de México, desencadenando niveles extraordinarios de violencia en todo el país. El gobierno mexicano parece estar imitando la afición del señor Trump por una campaña mediática de alto perfil con la suya propia. Después de que se llegó a un acuerdo, las fotos y videos de soldados mexicanos esperando abordar vuelos militares y vehículos para su despliegue en la frontera circularon ampliamente. Reflejaban el uso de aviones militares estadounidenses por parte del señor Trump para deportar migrantes en las últimas semanas.
