Santorini recibe millones de turistas anualmente, pero actualmente es temporada baja, lo que significa que la mayoría de los evacuados son residentes locales y trabajadores.
Las escuelas en Santorini – y en otras islas vecinas como Anafi, Paros, Naxos y Mykonos – permanecerán cerradas hasta el viernes, cuando las autoridades tomarán una decisión sobre cuándo podrán reabrir.
Vassilis Kikilias, el ministro de clima y protección civil, dijo que unidades de bomberos especializados en desastres naturales estaban siendo enviados a Santorini. Equipos con perros especiales y un centro de operaciones móvil también han sido enviados a la isla, mientras que los helicópteros están en espera en caso de emergencia.
Kikilias también dijo que la guardia costera y las fuerzas armadas estarán disponibles para ayudar a las personas vulnerables que deseen evacuar.
Más temprano el miércoles, el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis adoptó un tono optimista en una reunión de expertos en protección civil.
“En primer lugar, el estado confía en la ciencia y los científicos. Lo hemos hecho en otras crisis”, dijo el primer ministro.
“Todos los planes han sido implementados. Las fuerzas se han trasladado a Santorini y a las otras islas, para que estemos listos para cualquier eventualidad”, subrayó Mitsotakis.
“Continuaremos así con la buena esperanza de que las cosas mejoren y el fenómeno se calme.”
Mitsotakis concluyó su declaración con un llamamiento a los habitantes de las islas a “mantener la calma y cooperar con las autoridades”.
“Entiendo el miedo de estar en Santorini, que está constantemente temblando”, agregó, enfatizando que la situación se evaluará diariamente.